El Consell culpa a Sánchez y al Botánico de la paralización de las obras del barranco del Poyo

Camarero no ha querido entrar de manera directa en el choque con María Jesús Montero. «No ha pisado el barro y eso se demuestra al hablar como habla. Espero que los 31.000 millones que se han solicitado lleguen finalmente. Que no pongan trabas. Es lo que necesitan las familias». El tono se ha elevado respecto a la otra titular, Teresa Ribera, en el centro de la polémica por estar en Bruselas en plena alerta roja. «Está muy nerviosa. Debe dar muchas explicaciones. Si no se dan los avisos es muy difícil...». En este sentido, ha recordado el aviso de media mañana donde se alertaba de que la tormenta se desviaba hacia el norte. Añadió también, en este listado de reproches, las dos horas de silencio respecto a la crecida en el barranco del Poyo. No se descarta, en un futuro, acciones judiciales contra la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y Aemet por la tragedia. «Pero no es ahora el momento», precisó.

«No ha dicho la verdad respecto de las obras del barranco. En 2010, Zapatero aprueba una normativa. Toda las obras deben estar en un plan de gestión de inundaciones y esto tiene que disponer posteriormente de un análisis de coste y beneficio». Rajoy activó las peticiones y estas, el informe del coste beneficio, llegaron con Pedro Sánchez, siempre según el relato del Consell.

Las actuaciones que previsiblemente habrían reducido la magnitud de la tragedia se centraban en la Saleta, Aldaia y el drenaje de toda la cuenca del Poyo. «¿Qué hizo Sánchez desde este momento? La propia Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) admite que la Dirección General de Medio Ambiente de la Generalitat, entonces en manos del Botánico, puso trabas.

El nombramiento del teniente general Gan Gampols también ha generado inquietud al asegurar que no va a responder a directrices políticas. Camarero ha destacado «sus cualidades y adaptación y su más que acreditado perfil». La dirigente ha añadido que será «una vicepresidencia técnica y que deberá coordinarse con el resto de departamentos».

Los cambios en el Consell y, en especial, el retraso de los nuevos nombramientos es otro de los asuntos espinosos de la rueda de prensa. Se ha solidarizado con la exconsellera Nuria Montés quien, en su opinión, ha sufrido duros ataques personales. Desconoce los motivos de su cese y qué argumentos le facilitó Mazón.

Más distante ha sido cuando se le ha cuestionado acerca de ese lado personal con la consellera Salomé Pradas y la demora en hacer pública su salida. No ha entrado en ese aspecto y se ha limitado a decir que el presidente Mazón está buscando los perfiles más idóneos para su Gobierno. De esa respuesta se desprende que Pradas no está en ese gurpo de los mejores.

Tampoco ha profundizado sobre la comida en la que estaba Mazón en el momento de la emergencia. «Estaba en una comida de trabajo porque no tenía información de que la situación fuera diferente para estar en otro lugar. Todos hicimos la agenda con esa información». De igual modo, ha evitado hablar de los alcades a los que llamó el presidente y desde dónde lo hizo.

¿Errores del Consell? «Los explico. No haber tenido todo previsto de una manera diferente. Fenómenos atmosféricos como el que hemos vivido y no estaban preparados los protocolos. Limpieza de barrancos, mayor coordinación... » Todas las administraciones somos responsable. Todo esto ha derivado en un relato muy confuso para la población«.