El Consell ingresa el último mes del año casi 400 millones menos de lo previsto

La ejecución del presupuesto de la Generalitat de 2019 trae de cabeza al Gobierno valenciano. Los datos provisionales correspondientes al mes de diciembre, que la conselleria de Hacienda hizo públicos ayer, retrata las diferencias entre las previsiones con las que trabaja el departamento que dirige Vicent Soler y los resultados obtenidos. El incremento de los gastos y las dificultades para obtener los ingresos presupuestados componen el cóctel que deriva en un déficit desbocado.

La evolución del capítulo de ingresos retrata hasta qué punto las previsiones realizadas para 2019 se han quedado en papel mojado. Y no solo porque se esperara una llegada de fondos del Estado que al final se ha quedado en nada. La propia conselleria de Hacienda aseguró hace ahora un mes que los ingresos del último mes del año, este diciembre, alcanzarían los 1.800 millones de euros, de los que 1.000 correspondían al sistema de financiación y el resto a la mensualidad de tributos cedidos y tasas, entre otros. El anuncio se utilizó para poner en cuestión las cifras del mes de noviembre, cuando los ingresos no financieros recaudados estaban 4.000 millones por debajo de lo presupuestado.

Sin embargo, de esos 1.800 millones de euros sólo se han ingresado 1.421 este mes de diciembre –según esos datos provisionales de la conselleria de Hacienda–. La cifra es el resultado de tomar los ingresos comprometidos hasta el mes de noviembre, que alcanzaron los 12.505 millones de euros, y compararlos con los obtenidos a final de año, y que llegan a 13.926. La diferencia, de 1.421 millones, se queda prácticamente a 375 millones de lo que, hace apenas un mes, vaticinó la propia conselleria.

Al dato del mes hay que sumar, cómo no, la totalidad de los ingresos que, ya en noviembre, el departamento de Vicent Soler dio por perdidos. Un total de 2.219 millones de ingresos ‘imposibles’, que sí aparecían en los presupuestos de 2019 y que Hacienda ya sabe que en ningún caso se producirán. La cifra es el resultado de sumar los 1.325 millones de ingresos ‘ficticios’ del Consell, otros 344 millones del FOGA histórico que Montoro dejó de pagar, otros 250 millones por el IVA que no se podían cobrar por la prórroga de los PGE y otros 300 millones para la dependencia, que por el mismo argumento tampoco llegarían.

La caída de los ingresos previstos para 2019 queda retratada en capítulos muy concretos. El relativo a las transferencias corrientes preveía la llegada de 3.140 millones al acabar el año, y la cifra provisional facilitada ayer es de 1.164 millones, casi 2.000 menos. Los ingresos patrimoniales también pinchan, con sólo 4,7 millones -los que se esperan recaudar- sobre una previsión de 265,6 millones. De esa cifra, 255 correspondían a las liquidaciones de los contratos de ‘Gestión de servicios públicos mediante concesión de asistencia sanitaria integral’. Fuentes del Consell ya aseguraron el mes pasado que la previsión de ingresos por este capítulo al final del año alcanzaba los 86,2 millones, y que ese dinero estaba incluido en otro capítulo del presupuesto.

Por lo que se refiere a los gastos, las cifras referidas a los capítulos inversores en las operaciones de capital, el VI y el VII, son los que mejor reflejan la flojera financiera del Consell. Los presupuestos para 2019 cifraron los gastos en estos capítulos en un total de 1.765 millones de euros. La ejecución provisional correspondiente al mes de diciembre señala que sólo se han comprometido 1.173 millones, es decir, un 66%. Y que de esa cantidad, sólo se han abonado hasta la fecha 350 millones de euros. Es decir, la administración autonómica sólo habría abonado el 19,8% de las inversiones presupuestadas para todo el ejercicio.

Pese a estos porcentajes, la conselleria de Hacienda ha venido sacando pecho del grado de ejecución de sus presupuestos. En el mes de noviembre, se señaló desde ese departamento, la mejora era del 16,2% respecto al mismo mes del ejercicio inmediatamente anterior.