El Consell inicia la elaboración del presupuesto de 2021 sin saber cuánto dinero recibirá del Gobierno

El Consell ha hecho lo más parecido a pedir hora en la consulta del dentista a sabiendas de que le van a sacar una muela. La Conselleria de Hacienda publicó ayer la orden para la elaboración de las cuentas de la Generalitat del próximo año. La confección de los presupuestos es, en este Gobierno autonómico de coalición, lo más parecido a sentarse en el sillón del dentista sin anestesia. Va a doler. Lo saben, y además ni siquiera tienen la certeza de que vayan a preparar una hoja de ruta presupuestaria fiable, pues el propio Consell admite que desconoce de cuánto dinero dispondrá en términos de transferencia del Estado.

«No tenemos ninguna información del Estado sobre las entregas a cuenta del sistema de financiación autonómica para el ejercicio 2021 o de cualquier otro ingreso que dependa de ellos», admite una miembro de la Conselleria de Hacienda, que trabajará a ciegas. Tal y como se admite en la propia orden que se publicó ayer. Incertidumbre y tensión. Esos son los dos elementos con los que debe bregar Hacienda. Falta de certezas porque el Gobierno central no da pistas y porque la pandemia ha dejado un panorama económico desolador y aún por definir.

Esa indefinición es la que, además, ha retrasado al máximo la tramitación del presupuesto. Tal y como se reconoce desde la propia Conselleria de Hacienda, desde 2015 no se publicaba tan tarde la orden de tramitación del presupuesto, lo que se achaca por parte del departamento que dirige Vicent Soler a que el Covid «ha retrasado todos los plazos». La orden suele publicarse en el DOGV durante la segunda quincena de junio. Llega mes y medio más tarde. Y además se presenta como un nuevo pulso entre los socios del tripartito. Altos cargos de diferente signo consultados por este periódico coincidieron ayer en señalar que se trata de los presupuestos «más difíciles».

«Tenemos muchos compromisos históricos, cosas que queremos hacer, además se ha generado mucha necesidad sobrevenida a causa del coronavirus y, fondos europeos aparte, hay muy poco margen para la inversión real», admiten desde una Dirección General de ámbito económico.

La negociación de los últimos presupuestos fue muy traumática en el seno del Consell. Después de aquellas elecciones adelantadas por Puig, los nacionalistas de Compromís acudieron a la negociación de las cuentas para el año actual con el cuchillo entre los dientes. Finalmente se pactó, pero la negociación se llevó hasta el límite, de modo que hasta se temió por la dimisión de la consellera de Innovación, Carolina Pascual, durante una pelea que algunas fuentes socialistas llegaron a considerar como una «extorsión» de Compromís a sus socios del Botánico. Si los nacionalistas esgrimen el adelanto electoral del año pasado como uno de los principales agravios sufridos estos años, desde el PSPV también se guarda en la memoria la negociación desarrollada durante los últimos días del pasado mes de octubre en torno a las cuentas. Por parte de miembros de Compromís en el Consell se considera que aquel episodio se cerró y no tienen por qué reabrirse las heridas. La pandemia ha hecho que todas aquellas previsiones de ingresos y gastos hayan saltado por los aires.

Soler recordó ayer que «la continuidad de un sistema de financiación que no garantiza el principio constitucional de suficiencia financiera para la Comunitat y la incertidumbre añadida para 2021 perjudican las posibilidades de crecimiento y creación de empleo que serán necesarias tras la pandemia».

En el texto del DOGV en el que se publica la orden de elaboración de los presupuestos se señala que «para 2021, además de la continuidad en la aplicación del actual sistema de financiación, que como es bien sabido, perjudica gravemente a la Comunitat, se añade la falta de información sobre los ingresos a recibir en 2021 que todavía no han sido comunicados a la Generalitat«

«Hasta que se lleve a cabo la reforma del sistema» de financiación, el conseller de Hacienda, Vicent Soler, consideró necesario que «se asignen fondos extraordinarios o se corrijan las diferencias que se derivan del actual modelo de financiación, para que la Comunitat pueda incorporar los mayores ingresos que en su caso se deriven de los mismos». Los esfuerzos del Gobierno central, hasta ayer mismo, priorizan la captación de fondos para su propia subsistencia, ya sean europeos o repescando los superávits de los ayuntamientos.

El objetivo del Presupuesto de la Generalitat para 2021 es hacer compatible la garantía de los servicios públicos fundamentales y el impulso para reactivar la economía, en un contexto muy complicado provocado por la emergencia sanitaria, económica y social ocasionada por la pandemia del Covid, según el comunicado emitido ayer por la Conselleria de Hacienda, donde se indica que las cuentas «se centrarán en la transformación digital y ecológica de la estructura productiva, en el impulso a las energías renovables y a la I+D+I».

Según el conseller de Hacienda, Vicent Soler, «esta crisis ha puesto de manifiesto el relevante papel que desempeñan las comunidades autónomas para la prestación de los servicios públicos fundamentales. Desde el Consell, en este contexto de crisis sin precedentes, hemos tratado de mitigar el impacto mediante la adopción de medidas destinadas a apoyar a los sectores afectados, reorientando las políticas de gasto de 2020».

«La previsión para 2021 es que continúen los efectos negativos derivados de la pandemia sanitaria, por lo que la elaboración de los Presupuestos se centrará en continuar desarrollando acciones para paliar los efectos negativos de la actual crisis, orientando y priorizando los recursos disponibles hacia la recuperación económica y social, sin perder de vista las prioridades marcadas por el Acuerdo del Botánic II, respecto del cambio de modelo productivo, la creación de empleo, la prestación de las políticas educativas, sanitarias y sociales», añadió Soler. La orden de elaboración del presupuesto recoge también la incorporación en los mismos «de la perspectiva de género en un proceso de mejora de coordinación y procedimiento respecto a ejercicios anteriores, en la elaboración del Informe de Impacto de Género en los presupuestos. La integración de la perspectiva de género supone evaluar los programas y procesos presupuestarios teniendo en cuenta las igualdades entre los sexos y reasignar los recursos de una manera más equilibrada», según Hacienda.