El Consell pierde el control del presupuesto por la tensión en Podemos

El Botánico estrenó el año pasado un nuevo modus operandi con la elaboración de sus cuentas para 2020. Con la entrada de Unidas Podemos en el Gobierno valenciano, el tercer socio dejó de ser sólo un apoyo parlamentario para convertirse en una voz autorizada para reclamar desde dentro del Ejecutivo. Es decir, con la novedad, las cuentas públicas se debatían y consesuaban en el seno del Consell, a diferencia de la primera legislatura, cuando los pactos se tenían que cerrar con el socio externo. Sin embargo, el invento sólo ha durado un año, porque los partidos han vuelto a entrar en escena con la confección del presupuesto para 2021. Distintas fuentes atribuyen a la mala salud que atraviesan las relaciones entre socios y al recambio en la dirección de Podemos en la Comunitat –con la entrada de Pilar Lima, que busca un perfil propio para la formación– como principales factores desestabilizadores junto con los numerosos flirteos del PSPV con Ciudadanos para los pactos por la reconstrucción. De hecho, aunque el esqueleto del presupuesto ya estaba listo, las complicaciones han vuelto, con la tensión entre socios, lo que ha llevado el debate de nuevo a los partidos, por lo que el Consell se ha quedado sin el control total de la negociación. De hecho, ayer por la tarde se reunió la comisión de seguimiento del pacto del Botánico para hablar de los objetivos que deben reflejar las cuentas públicas, a pesar de que las doce consellerias ya han mandado las peticiones que proyectan para el próximo ejercicio. Fuentes del Consell aseguran que aunque el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ya aseguró que las cuentas iban a ser expansivas, ya había avisos de que las previsiones de ingresos no iban a ser todo lo optimistas que se podría pensar, lo que dificultaría el crecimiento de las cifras. De hecho, las previsiones con las que trabaja la administración autonómica revelan una caída de los ingresos propios al final el ejercicio en el entorno del 30% respecto a lo presupuestado para este año –1.420 millones frente a los 2.066 previstos inicialmente–, así como un recorte del 20% para los vinculados al Juego.

Sin embargo, los representantes de los partidos reunidos ayer se mostraron optimistas. Europa cada vez es más Botánica, dijeron antes y durante la reunión, tras la suspensión del techo de gasto que creen que dará más margen de gasto. El PSPV intentó evitar el choque mientras Compromís y Podemos insistieron en subrayar que el presupuesto debe orientarse sin perder de vista el Pacto del Botánico, las «esencias», del acuerdo. Lo socios de los socialistas tienen muy presente que el propio Ministerio de Hacienda ayer mismo tuvo que levantar la mano en son de paz y aceptar que la estabilidad presupuestaria no puede ser un dogma de fe. La intención del PSPV de ser más receptivos con las peticiones de la oposición y la patronal para contener el gasto público, algo contemplado en los pactos para la reconstrucción, fue puesto en cuarentena ayer por parte de Compromís y Podemos.

La idea inicial de Podemos, de constituir comisiones de seguimiento a la elaboración del presupuesto no salió adelante, sin embargo, los partidos sí se comprometieron a mantener reuniones durante estas semanas. Y es que todos creen que la líder de Podemos, Pilar Lima, sólo traslada su malestar con que su control -relativo del partido- no se refleja en las consellerias de su formación.

Por otra parte, después de que parece que en Ciudadanos (Cs) ya no tienen nada claro que vayan a poder tener protagonismo en los presupuestos de la Generalitat, ayer Bonig pidió la palabra. La síndica del PP en Les Corts anunció que ha enviado una carta a Puig con el fin de intentar establecer grupos de trabajo en Les Corts para participar en la elaboración de las cuentas de la Generalitat.