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BURGUERA
VALENCIA.
Viernes, 1 de junio 2018, 01:18
Les Corts se cura en salud frente a posibles fantasías curriculares de sus señorías. O quizá, más que posibles, probables, teniendo en cuenta cómo se las gastan algunos políticos al engordar y lustrar su hoja de servicios, una práctica que desencadenó la tormenta que acabó con la carrera de la expresidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes. Para evitar verse implicados en ese tipo de engaño, la Cámara ha incluido un apartado al pie de la ficha con los currícula de los 99 diputados que se sientan en el hemiciclo. De este modo, el parlamento se inhibe de responsabilidad frente a exageraciones. En el caso de sus señorías, se espera que los datos que aportan sean fidedignos, pero visto lo visto, Les Corts ha optado por lavarse las manos como Pilatos.
El parlamento valenciano tenía pocas opciones. Algunos partidos habían reclamado un mayor control y comprobación sobre los datos. En una legislatura donde debajo de cada piedra aparece una institución con ambición de contrastar los datos públicos (a la Sindicatura de Comptes ya existente se han sumado una Conselleria de Transparencia, un Consell de Transparencia y una Agencia Antifraude, así como diversas oficinas, como la de incompatibilidades), Les Corts ha optado por lo contrario. No se fiscaliza la información que se ofrece en la propia página web parlamentaria, sino que se advierte de que puede ser más falsa que una moneda de cinco euros.
«El resumen curricular que figura en la ficha del diputado o diputada es lo que ellos rellenan mediante formulario 'MD-2: «Datos para la guía y la web de Les Corts». Este formulario ha de presentarlo cuando se incorpora a Les Corts, que no puede garantizar ni hacerse responsable de la veracidad, exactitud, exhaustividad y actualidad de estos contenidos».
Así reza a pie de cada uno de los historiales profesionales y académicos de cada diputado, advertencia que no abunda en la garantía y tranquilidad de quien los consulte.
Tras el estallido del caso de Cifuentes, los currícula de los políticos valencianos sufrieron un escrutinio igual de exhaustivo que el realizado entre los cargos públicos de otras partes del país. No hubo grandes contradicciones, pero sí algunas sopresas, como es el caso del infatigable tesón académico de Emilio Argüeso, vicesecretario de Les Corts, donde el número de veces que ha tomado la palabra no es muy superior a las carreras que atesora o asegura estar estudiando. Esa tenacidad universitaria del dirigente de Ciudadanos acabó generando asombro hasta en los programas televisivos de ámbito nacional. En cualquier caso, la Cámara ha optado por permitir que tanto Argüeso como el resto de sus señorías se expresen en total libertad a la hora de relatar sus méritos curriculares, si bien la Cámara ha decidido, como hacen los garajes frente a posibles robos en el interior de sus instalaciones, no hacerse responsable de la información ofrecida por los parlamentarios sobre sí mismos.
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