El PP cree que las medidas de peatonalización de la plaza del Ayuntamiento son una «idea aldeana y radical»

El concejal del grupo popular en el Ayuntamiento de Valencia, Alberto Mendoza, ha tachado de "idea aldeana y radical" las medidas anunciadas este miércoles por el concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, en vistas a la peatonalización de la plaza del Ayuntamiento, ya que "el cierre total al tráfico en la calle de la Paz a la altura de Poeta Querol generará un nuevo caos circulatorio en el centro de la ciudad".

Grezzi ha anunciado que parte de la plaza del Ayuntamiento, desde la entrada por la calle San Vicente hasta la esquina del edificio consistorial con Periodista Azzati, será peatonal a partir de abril, cuando comience la reforma de la plaza de la Reina.

Igualmente, se cerrará al tráfico el final de la calle La Paz y el tramo de San Vicente que une la plaza del Ayuntamiento y la de la Reina para facilitar el acceso de los camiones que trabajarán en las obras de esta última.

Mendoza ha asegurado en un comunicado que "este es otro ataque frontal a los usuarios de vehículo privado, que se van a ver obligados a dejar de utilizarlo debido a la imposición del alcalde, Joan Ribó, así como a los comerciantes de la zona y como siempre a los vendedores y clientes del Mercado Central".

El edil 'popular' ha argumentado que, "de nuevo, es el Mercado Central uno de los principales afectados con el corte de tráfico de San Vicente hacia María Cristina". "Las ventas seguirán reduciéndose, como viene sucediendo desde el mandato del gobierno actual, debido a la imposibilidad de llegar desde esta zona", ha añadido.

Asimismo, ha apuntado que el Ejecutivo municipal "además pone como excusa la necesidad de un corte total de tráfico para volver a improvisar una nueva peatonalización, en este caso nada menos que en la plaza del Ayuntamiento, donde esta actuación debería ser muy bien programada y consensuada".

Mendoza ha afirmado que "este nuevo despropósito urdido por el alcalde para ejecutar su particular idea de movilidad supone un golpe mortal para los comerciantes del centro y para el Mercado Central, y una barrera infranqueable a la movilidad de vecinos, trabajadores, comerciales y usuarios de las líneas de transporte".