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Àgueda Micó, secretaria general, junto a Àlex Ruiz, alcalde de Bellreguard, su rival en el proceso. LP

La militancia castiga a la dirección del Bloc por difuminar su perfil nacionalista

Àgueda Micó revalida el liderazgo pero con una contestación del 36% a su proyecto de abrir Més Compromís a nuevos públicos de izquierdas

a. g. r.

Domingo, 27 de junio 2021, 12:42

El malestar expresado el pasado sábado con el cambio de nombre -del Bloc a Més Compromís- casi quedó en una anécdota tras la votación ... de las dos listas que aspiraban a liderar el partido, la pieza principal de la coalición de Compromís.

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Águeda Micó, secretaria general, logró ayer la victoria con su candidatura Força, Poble i Futur. Pero el triunfo (61 por ciento) fue escaso, menos de lo esperado, para una lista que reúne a todo el establishment del partido como el presidente de Les Corts, Enric Morera; el síndic de Compromís, Fran Ferri, el diputado nacional Joan Baldoví y el propio conseller de Educación, Vicent Marzà.

La candidatura de Coratge, encabezada por Àlex Ruiz, alcalde de Bellreguard, obtuvo más apoyo de lo que se esperaba en un principio. Acaparó un 36% de los delegados en un momento clave para la organización donde está sobre la mesa la apertura del partido hacia nuevos públicos de izquierda, un modelo ya ensayado con éxito por Más Madrid en las elecciones autonómicas de Madrid. Pero ese abandono, o mejor dicho priorización de otros valores por encima del nacionalismo, no es una propuesta mayoritaria en la nuevo Més-Compromís. El resultado, la victoria de Micó, da para avanzar en ese sentido, pero no podrá descuidar al sector crítico que con una candidatura de perfil bajo y frente a toda la dirigencia ha conseguido un buen resultado. Enric Nomdedéu, presidente del Congreso, indicó ayer que aquí no había perdido nadie sino que habían ganado todos. Un mensaje que también hizo suyo la portavoz de Compromís, Mónica Oltra, durante la clausura del cónclave.

La intención de este congreso no era sólo cambiarle el nombre al Bloc. También a su idiosincrasia, que dejará de ser el nacionalismo para ser el «soberanismo», entendido como una especie de empoderamiento cívico personal que luego pase a lo colectivo y sirva para «profundizar» en el concepto de nación.

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Alrededor de las siete de la tarde, en el acto de clausura del certamen, Micó tomó la palabra para dirigirse al auditorio. Minutos antes se había fundido en un cariñoso abrazo con su rival Àlex Ruiz. «Un placer formar parte de este proyecto político se llame como se llame», comenzó en referencia al polémico cambio del nombre que también generó una amplia contestación. «Hemos disfrutado de un debate extraordinario», añadió. Defendió que tras esto, el objetivo no es otro que el «crecimiento» para ser más «en el valencianismo político».

Micó insistió en el mensaje que defiende el grupo desde hace meses. «Queremos ser más y más fuertes». La idea es continuar con «esa revolución naranja» y Compromís «es lo mejor que nos ha pasado». El proyecto no puede ser discutido; «es la herramienta más útil para hacer país». Recurrió a los tópicos de lucha contra la extrema derecha para reivindicar su papel de la izquierda. Ensalzó la labor de Más Madrid -Errejon, de hecho participó en la clausura- y de Bildu así como otras formaciones de izquierdas en este viaje de Compromís hacia posiciones con mayores consensos. No hubo referencias explícitas ni implícitas al independentismo catalán más allá de alegrarse por el regreso de ERC.

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La celebración de este Congreso Nacional del Bloc-Compromís estaba fijada para junio de 2020, pero fue aplazada por la situación sanitaria y las restricciones de la pandemia Covid.

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