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El vicepresidente segundo del Consell y titular de Vivienda y Arquitectura Bioclimática, Rubén Martínez Dalmau, comparó ayer a los diputados de los grupos de ... la oposición con la inquisición y evitó aclarar cómo se pagaron los 21.000 euros que la fundación CEPS, vinculada a Podemos, devolvió a la Generalitat por una subvención de la administración autonómica para la que no aportó los correspondientes justificantes.
Lejos de ofrecer luz, Dalmau abroncó a los diputados por hacerle comparecer en la comisión de Infraestructuras de Les Corts por un asunto, dijo «de hace veinte años y que se refiere a mi trayectoria profesional», y no al departamento que dirige. De hecho, el dirigente de Podemos llegó a advertir a uno de los diputados de la posibilidad de acudir al juzgado para reclamarle una indemnización por la vía de la responsabilidad civil, por imputarle un cobro de más de 300.000 euros de la citada fundación.
Dalmau no aclaró las circunstancias en las que se produjo el pago de esa deuda de 21.000 euros, y que era el fondo de la solicitud de la comparecencia pedida por los grupos de la oposición. Una subvención concedida por el Gobierno del PP, pero que la administración autonómica consideró ya con el Botánico en 2015 que no se había justificado al completo, motivo por el que solicitó la devolución de la totalidad de la ayuda, de 25.335 euros. Las alegaciones de CEPS permitieron reducir la cantidad a 15.625,96 euros, aunque la cifra acabó engordando hasta los 21.618,70 euros como consecuencia de los intereses de demora.
En una comparecencia en Corts a finales de 2019, la consellera de Transparencia Rosa Pérez explicó que el pago se había realizado «por ventanilla», motivo por el que era imposible identificar al autor. El vicepresidente Dalmau tampoco aportó ayer ninguna novedad, a pesar de que la oposición le recordó que su nombre figuraba como presidente de CEPS. «¿Si esa fundación está disuelta, quién realizó el pago?», se le insistió.
Dalmau, en lugar de contestar, optó por regalar a cada portavoz de los grupos el libro 'Los orígenes latinoamericanos de Podemos', de Manuel Alcántara, en el que él mismo firma un capítulo sobre la fundación en cuyo nacimiento «participamos un grupo de profesores de enorme calidad». Dalmau lamentó que la oposición «se olvide» de su trabajo. «No tienen patente de corso ni carta blanca para preguntar o escudriñar lo que quieran al margen de la gestión en la conselleria», les dijo.
Desde la oposición, el diputado de Vox David García recordó que se publicó que ese pago se había realizado en una sucursal de la calle de las Barcas, en Valencia, y que, sin embargo posteriormente se supo que el abono se hizo en la Gran Vía de Madrid. «Igual para usted dar explicaciones sobre 21.000 euros después de rodearse de lo más granado de los narcodictadores de latinoamérica no es importante», le dijo.
Desde el PP, Alfredo Castelló lamentó que Dalmau «venga a Les Corts a amenazar a los diputados» y que no hubiera aclarado si habló con la consellera Pérez sobre ese pago de 21.000 euros ni cómo se hizo ese abono si la fundación estaba extinguida. Por los no adscritos, Jesús Salmerón aseguró que Dalmau, junto a otro profesor universitario, habrían percibido más de 300.000 euros en un pago de CEPS. Y Mamen Peris (Cs) expresó su frustración por la falta de respuestas de Dalmau. «No se trata de un tema de hace 20 años, sino de 2019, cuando se realizó ese pago», recordó. Los grupos del Botánico, por contra, mostraron su apoyo al vicepresidentes y expresaron su consideración de que la comisión no era el sitio para abordar este asunto.
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