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Burguera
Lunes, 27 de enero 2025, 00:48
Hacía tres semanas que había cumplido 41 años, y Diana Morant se convirtió en ministra de Ciencia e Innovación. Era 2021. Joe Biden había sustituido ... a Donald Trump ese mismo año, Elon Musk rumiaba la compra de una red social llamada Twitter y el CNIO aún mantenía intacto su prestigio en el índice Nature Index, el reputado ranking donde el mayor centro español de investigación contra el cáncer se situaba en destacados puestos por su productividad. María Blasco llevaba entonces 10 años al frente de la institución. Todo ha cambiado mucho desde entonces.
Morant ratificará el próximo fin de semana su liderazgo del PSPV en un congreso que comenzará en Valencia apenas 48 horas después de la reunión que se celebrará en el ministerio que ella sigue dirigiendo en Madrid. Ya nada es igual que en 2021 en el CNIO. Todo es peor.
El próximo miércoles, 48 horas antes de ese congreso del PSPV, el patronato del CNIO deberá tomar algún tipo de decisión después del colapso del centro. La institución ha sufrido una crisis sin precedentes, desarrollada y culminada bajo el mandato de la ministra, que ha rechazado las peticiones de Blasco de reunirse ahora, justo cuando ha estallado el problema frente la opinión pública y tras constatarse los años de declive del centro de investigación. La peor gestión posible se desvela en el peor momento para Morant, que ha convertido en el puntal de lanza de su labor como líder de la oposición la gestión de la dana por parte de Mazón, presidente de la Generalitat, quien ya hizo referencia en Les Corts a la debacle del CNIO mientras la bancada del PSPV daba la callada por respuesta.
El calendario parece diseñado por el peor enemigo de Morant. Mientras ella y su equipo preparaban su exaltación como secretaria general en el XV Congreso del PSPV, que se celebra en Valencia, un cruce de acusaciones se ha desatado entre la gerencia y la dirección del CNIO.
La situación se complicó en diciembre, cuando la alicantina María Blasco fue puesta en entredicho sin tapujos. La científica ha señalado al ministerio, donde se evitó entrar en las denuncias que plantearon los investigadores en plantilla. La directora del Patronato y el secretario de Estado de Innovación, intentaron sin éxito, en varias ocasiones, hacerle llegar a Morant las denuncias sobre la situación.
Según adelantó ABC, la ministra se limitó a proteger a la directora y les dijo: «Con María en el CNIO todo está bien». El País también se ha hecho eco de una degradación constatada en dos informes donde se recogen más de una decena de denuncias contra Blasco por abuso de poder, recogidas desde 2013 hasta hace apenas un mes, así como la caída libre de la producción científica del mayor centro de investigación contra el cáncer de España.
El patronato se reúne este miércoles a las 11 de la mañana en el Ministerio de Ciencia. Una quincena de personas (con la secretaria general de Investigación del ministerio, Eva Paíno, a la cabeza) evaluarán los dos informes encargados a los directores del CNIO: María Blasco, directora científica, y Juan Arroyo, director gerente.
'Adopción de acuerdos en relación con la continuidad o cese de los órganos directivos de la fundación y medidas que correspondan' es el punto álgido del día. Deben tomar la decisión los altos cargos del ministerio de Morant así como representantes en el patronato del Ministerio de Sanidad, Presidencia del Gobierno, el CSIC, la Asociación Española Contra el Cáncer, vocales autonómicos de las regiones de Baleares, Castilla y León, Extremadura y Murcia, así como miembros de tres fundaciones privadas (BBVA, Cris y La Caixa).
La depauperación del CNIO es científica (equipos inutilizados que impiden continuar en la cabecera mundial de la investigación) y financiera (unos números rojos de 4,5 millones de euros). La capacidad de producir actividad científica se ha desplomado un 20%.
En 2019 el CNIO se consideraba a sí mismo como «el primer centro de investigación del cáncer en Europa, en el área de salud y ciencias de la vida» y el único español entre los 30 primeros del Nature Index. Sin embargo, todo se torció y Morant no lo supo reconducir, de tal modo que está en su peor posición de los últimos cinco años en los medidores de prestigio y productividad.
La ministra llegó en 2021, fecha de un informe de la Intervención General del Estado (IGE) en el que se advierte de la pérdida de personal investigador, una fuga de cerebros en toda regla que arranca años antes de la llegada de Morant, que sin embargo no ha sabido rectificar. Al contrario, la plantilla de científicos, actualmente, ya no disimula si absoluto descontento con la situación. De hecho, la mitad de todos los jefes científicos del CNIO exigieron al Gobierno en diciembre que cese a Blasco.
El histórico despido puede materializarse apenas 48 horas antes de que Morant se presente ante el socialismo valenciano como su gran esperanza frente a Mazón en las próximas elecciones autonómicas, previsiblemente en 2027, con la líder del PSPV frisando los 47 años, Trump en la Casa Blanca gracias, entre otros, a Musk y esperemos que con un CNIO recuperado de tanta mala gestión.
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