![La defensa de Zaplana trata de sembrar dudas sobre el inicio de la investigación de Erial](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2024/04/19/1479737836-RS8zsOIcghQCRTXnxbhaGcO-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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La jornada del caso Erial está dedicada a los agentes de la UCO que participaron en la investigación de la trama supuestamente liderada por Eduardo Zaplana. El primer testimonio ha sido el del jefe del operativo. El agente ha recordado cómo se pidió el registro ... del despacho del abogado de Marcos Benavent. «Vimos como desde una casa de Cofrentes se sacaba documentación hacia el despacho del letrado». El investigador ha relatado cómo se produjo el hallazgo casual en el citado despacho y la forma de comunicar eso al juzgado de Instrucción 18 de Valencia. «La documentación no la llevaba Benavent sino un hermano», precisó respecto al traslado del vehículo.
El letrado de Zaplana ha interrogado acerca de por qué sospechaba la UCO de un blanqueo de capitales con la información requisada en aquel registro. El agente ha indicado que esa deducción se produjo de la lectura del conjunto, pero no de un documento o párrafo en concreto. Pero no ha querido concretar más acerca de esta conclusión. ¿Cómo relacionan la documentación con Zaplana?, le interrogaron. «Por el devenir de la investigación».
Otra de las cuestiones planteadas es cómo se seleccionó la documentación en el registro del despacho del letrado. «Nos llevamos aquello que se relaciona con lo que se había dejado el día anterior», ha indicado. «Aquello no era especialmente difícil». La defensa de Zaplana ha subrayado que se tardó en dar parte al juzgado de la información porque, según los agentes, se tenían que comprobar los datos que allí figuraban.
El instructor del atestado ha sido el segundo de los agentes en explicar su trabajo. Marcos Benavent les indicó que esa documentación se la había entregado un ciudadano sirio, un hombre importante en la mezquita de Valencia y que ignoraba si era relevante o no.
«Nos entrevistamos esa tarde con esa persona». El intermediario se mostró reacio y los agentes tuvieron que ir al domicilio, a la entrada del portal. Al principio era algo escéptico, pero luego reconoció que se encontró los papeles, según el agente. «Los encontró en un sobre en una vivienda de la calle Legión Española». Y luego se consulta el historial registral de esa vivienda. Y ahí surge el nombre de Zaplana. Pero el agente no ha sabido concretar las fechas en las que vivió al margen de que la venta se produjo en 2006 a un notario de la ciudad.
Hasta ese momento, en la investigación, no aparecía Benavent relacionado con los parques eólicos, admitió el agente. «Pero los hechos relatados sí podrían tener relación con los hechos que se investigaban en Instrucción 18 donde también se analizaban muchas empresas». La defensa ha tratado de evidenciar que no había ningún motivo para recoger en el registro la documentación que finalmente acorraló a Zaplana, es decir, que sabían previamente que aquello sería relevante.
El abogado destacó que una fecha que apareció en uno de esos documentos sería la fecha de consulta de ese documento en internet (2009) lo que impediría que Zaplana hubiera dejado allí los papeles porque ya no residía ni tenía ese piso en la capital del Turia. El agente, según indicó, dice que se limitó a seguir el relato del ciudadano sirio.
El tercer agente interrogado ha sido uno de los participantes en el registro del despacho del entonces letrado de Marcos Benavent. «El abogado no planteó ningún problema. Él nos indicó cuáles eran las cajas que habían llevado el día antes». El testigo ha señalado que toda la documentación que se llevaron era de naturaleza económica y que no se pusieron objeciones ni por parte del decano de los Abogados, presente en el registro, ni por el propio propietario del despacho.
Otro testigo, el cuarto agente, también participó en la entrada y registro al despacho de Blasco Morales. El investigador comunicó el hallazgo casual de la documentación al cabo de unas semanas. «Al ver las empresas, pedí un protocolo notarial... Comuniqué el cambio de titularidades en sociedades de Luxemburgo. Y eso no tenía nada que ver con Taula».
El especialista que colocó los micrófonos en el hotel Wellington ha explicado su trabajo. Fue algo eminentemente técnico. «Colocamos los aparatos y dimos al botón. Sólo comprobé que tenía calidad». De igual modo, ha declarado el agente que se camufló en las proximidades de la reunión en un hotel de Benidorm entre Zaplana, Barceló, Grau y el empresario constructor de los áticos de Altea. En esa vigilancia no se utilizaron medios técnicos, sólo lo que escuchó el agente. «Estaba mesa con mesa prácticamente».
El agente ha comentado que escuchó algunas frases, pero carecía de mayor contexto para interpretarlas. «Hablaron de un juez y citaron la fecha del 6 de febrero». En otro momento, uno de los participantes cita al fiscal provincial de Alicante. Más adelante, hablan de dinero. También se habla de 70.000 euros de intereses y el Banco Sabadell. Todo frases inconexas sin la posibilidad de establecer un relato, según se desprende de este testimonio.
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