El día loco de Ayuso: de la horchata en Daniel a la paella en la playa

La primera parada fue en la horchatería Daniel, en pleno Mercado de Colón. Publicidad gratuita para el conocido establecimiento. Se trataba de refrescarse con una horchata. Pero el trayecto hasta el local no fue fácil. Apenas podía dar dos pasos sin detenerse a una fotografía. «Guapa» o «Viva la madre que te parió», fueron algunas de las dedicatorias. Tampoco podemos olvidar que 'jugaba' en casa. Conde Salvatierra y las calles adyacentes son refugios naturales del voto conservador. Tierra de Ayuso.

Llegó al acto en el viejo cauce del Turia con unos 20 minutos de retraso. Esta demora, sumada al sol no ya de primavera sino de casi verano, hubiera desalentado a los más creyentes. Pero no a los de Ayuso. Por suerte. el PP había montado actividades para los niños. Un punto a favor que equilibra la balanza de una selección musical quizá no apta para todos los oídos.

Salió como pudo Ayuso del escenario y el público, camino de una cita tradicional de los valencianos. Arroz frente a la playa. Allí, en el restaurante el Tridente, en el Hotel Neptuno comió una paella valenciana y una ensalada de tomate valenciano y ventresca. Picó un buñuelo de bacalao de aperitivo. En su mesa, la dirigencia valenciana: Mazón y Catalá y Alfonso Serrano, secretario general del PP de Madrid. Y tampoco hubo tiempo para demasiada sobremesa. Se llevó de regalo una mochila fallera del Museo de la Seda, obsequio personal de María José Catalá. El AVE estaba previsto que saliera a las 17.40. Con o sin la presidenta de Madrid.