La diputada valenciana que fue pionera en el voto telemático en España

Aquella mañana, los medios ocuparon el salón del hogar de Mercedes Sanchordi en la localidad castellonense de Borriol. A través de un ordenador portátil y con la ayuda de los servicios de la Cámara valenciana votó desde su casa los puntos que el resto de diputados debatían en Les Corts. En la cocina, sus padres estaban al cuidado de Adrià, su hijo. La parlamentaria socialista, con ese gesto, dio un puñetazo encima de la mesa para hacer ver que ser diputada y madre no era incompatible para poder expresar su sentido del voto.

Mercedes Sanchordi se levantó aquel día a las siete de la mañana para atender a Adrià, que con tres meses de edad era el culpable de que su madre se convirtiera en la primera diputada en votar desde casa. El pleno en Les Corts comenzó a las 10.38 horas. Cuatro minutos después, Sanchordi recibió la primera llamada. Era un letrado de la Cámara. Le avisó de que iba a enviar dos plantillas de votación y una enmienda transaccional. A la diputada se le informó que tenía de tiempo para votar hasta las 11.15 horas. El pequeño, mientras su madre recibía los correos, dormía en una sillita en la cocina. Sanchordi subió al segundo piso de su adosado para votar en la intimidad. En un cuarto de hora bajó. Apoyó su portátil en una mesa, introdujo su clave y se dispuso a enviar los correos. Primer problema. Falló la conexión.

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El ordenador le instó a consultar con el servicio técnico. En este momento entró en acción Núria, una informática de la Cámara que fue la única testigo-ayudante que acudió a Borriol. Suspense. Mucho suspense. Núria sudó tinta. Mientras tanto, el pequeño Adrià apareció por el salón. Núria descubrió al fin el problema: «Es un tema eléctrico de Les Corts». Después, encontró la solución. A las 11.30 horas, Sanchordi envió los dos correos con sus votos. Un sufragio encriptado sin posibilidad de ser manipulado y usurpado. Poco después, la diputada recibió el ok: «Siento alivio y alegría». Sanchordi agradeció a su grupo -en particular a Cristina Moreno- y al personal de Les Corts todo el trabajo.

Aquel éxito fue rotundo y fugaz. Por la tarde ya no pudo votar. Se sabía que aquella era una experiencia piloto, susceptible de tener fallos y con vistas a mejorar en un futuro. Era imposible que la votación de la diputada fuera simultánea con la del hemiciclo. Algo que los grupos conocían. La parlamentaria del PSPV votó muchos minutos antes que sus compañeros. Por eso, si el grupo cambiaba el sentido del sufragio, Sanchordi no coincidiría. Esto debería estar previsto... o no. Los socialistas viraron y Sanchordi votó «sí» a seis puntos en los que el grupo socialista se abstuvo. Y aquí vino el lío. Los populares se rieron de la situación. Los socialistas, heridos en su orgullo, dijeron que como experiencia piloto ya estaba bien y que habría que buscar un sistema de voto simultáneo. Incluso Ángel Luna, portavoz del PSPV en ese momento, intentó sin éxito abortar la segunda votación. Además, el PSPV reivindicó el paso histórico como un triunfo de su grupo. Algo que no gustó al PP, ya que el entonces diputado José Marí recordó que el Reglamento lo aprobó sólo el PP. En la segunda votación no hubo ni un fallo. Sanchordi coincidió con su grupo, pero al PSPV le pareció que ya había bastante y acabó con la experiencia. La diputada ya no votó más desde casa.

Mercedes Sanchordi falleció en 2018 a los 49 años víctima de un cáncer. Su legado permanece vivo en Les Corts y en el resto de España, como la primera persona que hizo valer su derecho. La socialista abrió un camino que hoy otros muchos han seguido.