Uno de los diputados que sale de Ciudadanos se encuentra un anónimo en su mesa: «Deja el acta»

Tremendo ambientazo se respiró ayer en el grupo parlamentario naranja. Es cierto que una de las salientes ha pisado tanto ese grupo como Groenlandia y no habrá percibido la tensión. Se trata de Sunsi Sanchis, que tomó posesión del acta que dejó vacante Toni Cantó (otro que tal), y conforme la cogió se ha ido con ella a los no adscritos junto a José Antonio Martínez, Cristina Gabarda y Jesús Salmerón. Este último acudió a su despacho en el grupo, donde no le prepararon precisamente una fiesta de despedida. Sobre su mesa, en un folio, un mensaje anónimo pero claro y conciso: «Deja el acta». Salmerón aseguró sentirse amenazado por ese imperativo que ni por lo más remoto piensa obedecer.

Durante la mayor parte de la legislatura, Salmerón se las tuvo tiesas con Toni Cantó. No se saludaban. Durante la anterior legislatura, puso de hoja de perejil a Alexis Marí y el resto del cuarteto que ejerció de cuatreros de escaños y también se fueron de Cs al galope con el acta de diputado bajo el brazo. Corría 2017 y Salmerón los criticó abiertamente, además de instarles a dejar el escaño al grupo parlamentario al que, según entonces, consideraba que pertenecía. Ya no está en esas.

«Ahora no criticaría como entonces a Alexis. Tenía 25 años y ahora tengo 30, he aprendido. Puedes cambiar de opinión, aunque mis convicciones son firmes. No pienso dejar el acta porque sigo defendiendo lo mismo que defendía en 2019. No pacto con el PSPV y dije que no iba a votar a favor de los presupuestos que Ciudadanos quiso apoyar, y que finalmente se abstuvo. No voy a valorar por qué se fue Marí y los otros tres compañeros entonces, ni por qué lo hizo Cantó, pero sí digo que actualmente en Cs no se defiende lo que 2019. No sé en qué manos esta Cs».

Insatisfecho pero todavía en Ciudadanos está Vicente Fernández: «No es el Ciudadanos al que yo me afilié, pero tengo un compromiso con los votantes», señala el diputado para desmentir que sea uno de los que también puede abandonar un grupo cuya dirección, ayer en Alicante, reclamó de nuevo a los diputados fugados que dejen el acta antes de cerrar la puerta e irse.

«Creemos que deberían dejar el acta y lo pedimos porque ellos lo firmaron, por lo que sus argumentos ya tienen poco peso», indicó ayer la portavoz de Ciudadanos, Ruth Merino. La esperanza de la síndica parece poco fundamentada en las intenciones de esos cuatro diputados, que mantienen afinidad, al menos, con otra de las parlamentarias que aún se ha quedado en el grupo naranja, Patricia García. Ciudadanos mantiene 14 diputados. Si sufriera otra deserción, su trascendencia sería nula en Les Corts, ya que hasta ahora actuaban como grupo con el que el Botánico buscaba acuerdos cuando necesitaba mayorías de tres quintos, es decir 66 diputados. Si Cs se queda con 13, si alguien más se va, ya no sumará los tres quintos con el bloque de la izquierda, por lo que su trascendencia para establecer acuerdos que se traduzcan en mayorías cualificadas será nula. Ciudadanos está a un diputado de la intrascendencia parlamentaria.