La dirección del Bloc diseña un Congreso 'antiOltra'

A pesar de que el Bloc asegura haberse decantado por celebrar su VIII Congreso en un formato abierto, con la incorporación de los adheridos de Compromís, lo cierto es que en el Consell Nacional del pasado sábado se vendió la mayor parte del pescado. Se decidió el comité organizador y los integrantes de las dos ponencias, la política y la estatutaria. Los perfiles políticos de los miembros de estos tres instrumentos, claves en la celebración del congreso, permiten intuir que el Bloc busca definirse y ganar visibilidad tanto hacia la sociedad valenciana como frente al liderazgo en Compromís, en manos de Oltra a nivel autonómico y de Joan Ribó, alcalde de Valencia, en el ámbito municipal. Ahora mismo, la vicepresidenta de la Generalitat se erige en el gran referente de la coalición, además de capitalizar el discurso de izquierdas, dos factores que los nacionalistas cuestionan.

El Bloc es el partido mayoritario en Compromís. Sin embargo, su fuerza electoral se ha estancado, tal y como algunos de sus dirigentes admiten en privado con los resultados electorales en la mano. Àgueda Micó, secretaria general del partido, encabeza una dirección que busca reforzar el liderazgo del conseller de Eduación, Vicent Marzà, (que coordinará la ponencia política) como alternativa al de Oltra. Igualmente, el Bloc intenta desprenderse de su clásico pragmatismo, un posibilismo que le ha permitido fluctuar en el ámbito del nacionalismo, unas veces más hacia la izquierda y otros hacia la derecha. El partido quiere pasar página ante esa ductilidad, representada por Enric Morera, el antecesor de Micó y actual presidente de Les Corts.

La dirección del Bloc empuja para que tanto en la ponencia política como en la estatutaria del Congreso se plasme un viraje a la izquierda. Como el voto nacionalista en la Comunitat ya lo sienten propio, la formación busca ahora una identificación con temáticas que la izquierda aspira a abanderar (colectivos LGTBI, cambio climático, feminismo) y que hasta ahora, dentro de Compromís, es un territorio en el que Mónica Oltra y su partido (Iniciativa del Poble Valencià) se mueven con más sentido de la propiedad.

Además, los dirigentes nacionalistas no están conformes con que Oltra capitalice el diálogo con sus socios del Consell. En las últimas negociaciones para configurar el Gobierno autonómico, desde el Bloc se reclamaba que Marzà también fuese un interlocutor con Ximo Puig, al mismo nivel que la vicepresidenta. De ahí que se quiera reforzar la figura del conseller a través del Congreso. Igualmente, en la formación nacionalista se recela del modo en que se toman las decisiones electorales. Los potenciales pactos con Podemos o, recientemente, con Más País, son contemplados con muchas reticencias por un sector del Bloc. La corriente más soberanista del partido pretende que en los estatutos se articule una fórmula que impida tomar decisiones sobre pactos electorales al margen de las bases, que en 2015 se manifestaron en contra de acudir a las urnas junto a Podemos, una resistencia que se acabó salvando a través de una decisión de la dirección de Compromís. En este sentido, en el comité organizador del Congreso, el peso de ese sector más nacionalista es muy notable. Respecto a las ponencias, los propuestos por la dirección son la gran mayoría. Algunos miembros del Bloc más posibilista, el más pragmático, como son el diputado Joan Baldoví, el conseller Rafa Climent o el propio Morera observan con preocupación que el Congreso sirva para ensalzar a Marzà y dar alas a los sectores más proclives a que el Bloc tome su propio camino antes que consesuar estrategias con el resto de Compromís, es decir, con Oltra.