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Cualquiera podría pensar que Castilla y León, una comunidad a más de 400 kilómetros de la Comunitat, y sin demasiadas semejanzas en los temas nucleares del día a día político, está lejos de tener alguna cuestión compartida con la Comunitat Valenciana. Sin embargo, las elecciones autonómicas que hoy se celebran en esa región ... pueden suponer un campo de ensayo del que tomar nota para lo que está por venir en el resto de comunidades, incluida la valenciana. Los partidos tendrán que analizar con lupa lo que suceda hoy y tomar nota para las próximas citas que están por llegar, con Andalucía y la Comunitat con las urnas fuera de calendario.
Participación sin municipales
Adelantar elecciones siempre entraña riesgos, pero hacerlo en una comunidad autónoma tan grande como la castellano leonesa, con un fuerte arraigo local, sin la movilización que suponen las llamadas a las urnas de los alcaldes y alcaldesas puede suponer, además, una baja participación. Un debate en el que también se han movido en el Palau de la Generalitat para sacar de la mesa el debate sobre el posible adelanto en la Comunitat. Cuando el presidente, Ximo Puig, separó por primera vez los comicios valencianos de las elecciones municipales, en abril de 2019, lo hizo para juntar sus votaciones con unas elecciones generales que, en cierto modo, garantizaban una mayor movilización. Se trata de aprovechar el tirón para ir a votar y aprovechar también la campaña hacia arriba o hacia abajo. Algo con lo que los partidos de Castilla y León no podrán contar, por lo que el riesgo principal pasa por que el electorado se quede en casa. En la Comunitat ese miedo también existe para fijar la fecha de las próximas autonómicas, a priori, la próxima primavera. Por eso, en Presidencia ya han hecho alguna consulta jurídica para volver a encauzar el destino autonómico con el de unas locales que se celebrarían en mayo. Las cuentas salen porque la ley electoral y el Estatut así lo avalan. De otro modo, jugársela sólo al tirón de la marca autonómica puede hacer que muchos, los más confiados, que siempre son los que no están incómodos con el actual Consell, se queden en casa. Habrá que ver hoy cuántos votantes de Mañueco no se han movilizado.
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Ramón Gorriarán
Vox
Las elecciones de Castilla y León permitirán a la formación de Santiago Abascal, llamativamente ausente de la primera línea política desde hace meses, medir la progresión que todas las encuestas apuntan para la formación de derecha populista. Un crecimiento que los convierte en pieza clave para que Alfonso Fernández Mañueco pueda volver a gobernar y que, trasladado a la Comunitat, se convertirá en apoyo necesario para Carlos Mazón. Borrado Cs del mapa, aunque en las elecciones de hoy aún podría obtener alguna representación, el papel de Vox y la medida de su crecimiento servirán para ofrecer unas perspectiva de cuál podría ser su peso en una eventual mayoría de centro derecha en la Comunitat.
PPCV
El PP valenciano no se juega nada en las elecciones de hoy. Al menos no de forma directa. Carlos Mazón no opta a presidir el Gobierno de Castilla y León y los populares de la Comunitat no son los que convocaron estos comicios pensando en arrinconar a Sánchez, en el marco de una estrategia aparentemente diseñada desde la calle Génova, y se encuentran ahora con que sus expectativas se complican. Pero ese escenario, si llega a producirse, puede alterar sensiblemente la hoja de ruta de Pablo Casado para llegar a la Moncloa. Alejado, parece que de forma definitiva, el escenario de un eventual adelanto electoral en la Comunitat, el Mazón dispondrá de más tiempo para darse a conocer entre el gran público, una de sus debilidades.
Ciudadanos
Algunos sondeos vaticinan que Ciudadanos en Castilla y León pueden lograr algún escaño en los comicios de hoy. La formación que lidera Francisco Igea, y que ocupaba la vicepresidencia del Gobierno castellano y leonés hasta el adelanto electoral de Mañueco, sufriría un golpe casi definitivo si no logra ninguna representación en estos comicios. Una situación que acentuaría el debate respecto a si cabría plantear en los siguientes comicios algún tipo de acuerdo con el PP para garantizar algún tipo de representación parlamentaria. Mazón se ha dejado ver en Alicante con Inés Arrimadas. Y el entorno del líder del PPCV admite la sintonía con la líder de Cs, al margen de que ese escenario pueda o no llegar a producirse. . Si no lo logra representación hoy, la percepción de partido en desbandada se acrecentará, y la operación para que el PP recupere a ese votante en los siguientes comicios, quizá dando cabida en listas a alguno de sus cargos, cobrará cuerpo.
PSPV
El líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig, ha hecho la vista gorda con las elecciones de Castilla y León. Primero, porque no considera que su formación se juegue nada hoy en esa comunidad. Pero sobre todo, para no vincularse con el resultado que pueda hoy obtener el PSOE. Aunque las encuestas no dan un resultado claro, una previsible derrota de los socialistas supondría un nuevo varapalo autonómico para Sánchez, y seguiría manteniendo a Puig como barón de referencia. Desde el PSPV no se ha prestado mucha atención a estos comicios, pero sí se hará a los resultados que hoy arrojen las urnas. Las cifras serán analizadas con lupa para conocer los movimientos del electorado y tomar nota de cara a las elecciones valencianas del próximo año. La izquierda necesita mantener unos resultados regulares porque hoy en día gobernar sólo se logra si la suma da, no si se gana,
Compromís y Podemos
Un discreto resultado de Unidas Podemos y el hecho de que el partido pueda ser irrelevante en la nueva cámara como vaticinan los sondeos obligaría a repensar la estrategia de la formación morada, que lleva años a la baja, para todas las citas electorales. Y eso es, aunque parezca paradójico, justo lo que quiere la vicepresidenta Yolanda Díaz, que prácticamente ha ignorado la campaña y tan solo se ha dejado ver un día en un pueblo de 800 habitantes.
Repensar la estrategia pasa por darle a la vicepresidenta del Gobierno más protagonismo en la próxima candidatura de las elecciones generales, tener vía libre para eliminar la marca Unidas Podemos y consolidar las alianzas que ha ido tejiendo con otros actores como la misma Mónica Oltra o Mónica García, líder de Más Madrid. Cuanto menos poder tenga el partido mejor para esta refundación.
Financiación
Las elecciones de Castilla y León han supuesto un nuevo frenazo en seco para el ya de por sí malogrado calendario de la reforma del modelo de financiación autonómica, caducado desde el 1 de enero de 2014. Las citas electorales adelantadas no hacen sino mandar al desván un cambio de modelo inaplazable para las regiones más perjudicadas, como la Comunitat. Si se produce un adelanto en Andalucía también, el cambio del sistema ya no llegará a abordarse en esta legislatura, como el ciclo no será suficiente para ponerla en marcha antes de las autonómicas y generales de 2023.
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