El embajador Puig, perfil bajo tras el procesamiento de su hermano

Pero no fue el caso. Evitó exponerse el ahora embajador en París porque la pregunta sobre su hermano no sólo era posible sino probable. Y no iba ser ese plato de buen gusto. No es que el expresidente deba responder de las acciones de su hermano, pero el hecho de que un familiar tan cercano esté presuntamente 'estafando' a la Generalitat que presides no parece una buena tarjeta de presentación. Así que Puig optó por replegar velas.

El PP, en cambio, no dudó en abrazar esa bandera como principal reclamo del fin de semana. La vicepresidenta Camarero en primer lugar con la apreciación de que el PSOE tiene un problema con los hermanos. Metió en el saco de los reproches al familiar de Sánchez que cada día que pasa parece más cerca del banquillo por la creación de un plaza ex profeso en la Junta de Extremadura.

El síndic de los populares, Juanfran Pérez Llorca, también recogió el guante. «Un congreso no puede disimular los grandes casos de corrupción que afectan al PSOE nacional y al hermano de Ximo Puig, el cual cobró subvenciones que no podía cobrar mientras su hermano era el presidente de la Generalitat». Las argucias de Francis Puig que relata el juez constituyen casi un manual del defraudador: facturas duplicadas, autofacturación, facturas cruzadas, falta de pago o no aportadas por el proveedor.