Merino, consellera de Hacienda; Mazón, presidente de la Generalitat, y el síndic Vicent Cucarella. EP

Las empresas públicas valencianas perdieron 337 millones en 2023

La Sindicatura de Comptes señala que 19 de las 31 sociedades y entidades registraron números rojoss

Burguera

Jueves, 26 de diciembre 2024, 01:15

La Sindicatura de Comptes es la institución estatutaria encargada de realizar las auditorías que controlan de manera externa la actividad económica y presupuestaria de la Generalitat, y cada vez que pone el foco en el sector público del Consell evidencia el embrollo y la ineficiencia ... de un compendio de empresas y entidades puestas en marcha para agilizar la actividad pública, pero con un coste desbocado. A lo largo del año, el órgano auditor ha ido desgranando informes sobre contratación en consorcios hospitalarios, Sitval (la empresa de las ITV), el Centro de Investigación Príncipe Felipe, la SGISE… y en todos se van detallando fallas y agujeros negros de diverso tamaño y gravedad. Vicent Cucarella, síndic mayor, acudió el lunes a Les Corts para hacer entrega del Informe de fiscalización de la Cuenta de la Administración, que completa la fiscalización de la Cuenta General de la Generalitat del ejercicio 2023. Respecto a la fiscalización de las sociedades mercantiles, entidades públicas empresariales y otras entidades de derecho público de la Administración valenciana, las cuentas de resultados permiten comprobar que en el último año del Botánico se mantuvo la tendencia negativa de un compendio de entidades que solucionan una serie de problemas, pero a costa de generar otros, como es todo lo relacionado con el gasto público. De la treintena de empresas sobre las que se han revisado pormenorizadamente sus balances, en el 60% se contabilizan pérdidas, cifras negativas, que en su conjunto incrementan los números rojos públicos en más de 337 millones de euros.

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Todo ello sin contar con la cuenta de resultado de los organismos autónomos, que también es negativo aunque su función sea menos vinculado con lo económico y más con ofrecer servicios que, en muchos casos, no podrán generar nunca un beneficio ni nivelar sus balances, tal es el caso del Institut Cartogràfic Valencià o de la Agència Valenciana de Protecció del Territori o el Instituto Valenciano de Estadística. Sin embargo, en el caso de las empresas públicas, el control de daños financieros debería ser más estricto y, en muchos casos, aunque sean minoritarios, da resultado y la balanza se equilibra positivamente. No obstante, son las menos.

De las 31 sociedades mercantiles, entidades públicas empresariales y otras entidades de derecho público, en 19 los números finales arrojan un saldo de pérdidas y solo una docena logran un resultado positivo.

Cierre con beneficios

En el lado bueno, entre aquellas empresas que han logrado nivelar de manera acertada sus ingresos respecto a sus gastos, entidades como Turisme, la EPSAR, el IVF, la AVI, VAERSA, CACSA o la antes mencionada SITVAL. En algunos casos, como el antiguo IVACOR, su cuenta de resultados positiva es muy ajustada (apenas 81.000 euros), teniendo en cuenta que su actividad genera unos ingresos y gastos en torno a los tres millones de euros.

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Sin embargo, hay otros casos donde la gestión de se mucho mayor volumen, como la empresa de saneamiento de aguas, EPSAR, que gestiona cerca de 200 millones de euros pero que ingresa lo suficiente como para cerrar un superávit anual superior a los 67 millones de euros. La Ciudad de las Artes y las Ciencias, CACSA, una empresa que durante muchos años estuvo en el ojo del huracán, cerró el ejercicio pasado con un balance positivo de más de tres millones de euros después de registrar un importe neto de la cifra de negocios que superó los 34 millones de euros.

Cierre con pérdidas

El conjunto de las empresas públicas va lastrado por corporaciones como FGV, el metro, que ha visto reducido drásticamente su nivel de ingresos debido a las políticas de gratuidad para los jóvenes iniciadas a partir de la guerra de Ucrania. FGV registró en 2003 un resultado negativo de 156 millones de euros, prácticamente la mitad de toda la carpeta de números rojos de las empresas de la Generalitat. Se trata de la empresa con mayor coste en el gasto del personal, cerca de 100 millones de euros, y que desde hace cinco años no hace más que sufrir circunstancias que dificultan su actividad financiera, ya sea la pandemia, las medidas de fomento del transporte generada por la guerra de Ucrania y, ahora, una dana que ha destrozado una parte muy sensible de sus instalaciones.

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Entre las empresas públicas con pérdidas durante el año pasado, además de FGV, aparecen el IVACE, el IVAM, el IVC, el IVASS (Instituto Valenciano de Servicios Sociales) y su Centro Especial de Empleo, la EVHA (Entidad Valenciana de Vivienda y Suelo), la AVAP, las dos empresas que gestionan la televisión pública (CVMC y SAMC), RRMA, la Sociedad de Proyectos para la Transformación Digital (SPTD), el CMPD, CIEGSA, el aeropuerto de Castellón, PCC, SGISE, y los dos recintos feriales, el de Valencia y el de Alicante (SVFV y SVFA).

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