Estados Unidos anuncia la subasta de los pisos de Tauroni comprados con el desvío de dinero para el Tercer Mundo

La puja, para la que se necesita un aval de 50.000 euros, está prevista para el próximo 18 de mayo. El precio de salida, como suele ocurrir en estos supuestos, es notablemente inferior al de mercado. Una circunstancia que amenaza con reducir el dinero que se pueda recaudar para el pago de las responsabilidades civiles del caso Cooperación.

El proceso parte de unos 270.000 dólares cuando la propiedad, en el mercado libre, se cotiza cerca de 700.000 dólares, según un portal especializado. El inmueble, en the Icon Building, cuenta con dos habitaciones y dos baños, y con espectaculares vistas a la bahía y la ciudad. Además, dispone de amplias zonas comunes y dos piscinas.

El otro apartamento, el ubicado en The Epic Building, saldrá subastado por un precio de salida todavía menor, de 210.000 dólares. Es algo más pequeño que el anterior, pero se encuentra también en una zona de lujo de la ciudad.

La situación se había enquistado y aún hoy está lejos de resolverse pese al anuncio de la subasta. El TSJ había enviado dos comisiones rogatorias en 2017, previamente ya había solicitado otro auxilio judicial, para proceder al desbloqueo y venta de las propiedades, a nombre de una sociedad de la mujer de Tauroni. Idéntico procedimiento se articuló también para una embarcación.

El Tribunal de Cuentas cifró recientemente en 800.000 euros la cantidad pendiente (incluyendo los intereses). El desbloqueo de estos apartamentos supondría la inyección de una importante cantidad de dinero.

Uno de los pisos está libre de cargas, pero se adeudan gastos de comunidad. El otro arrastra una hipoteca que hasta hace unos meses se costeaba con el alquiler del inmueble. Sin embargo, el residente ha sido desalojado como parte de las gestiones que se están efectuando en Estados Unidos, según la información que maneja Tauroni.

En ese patrimonio se incluye también una embarcación que en su día se valoró en un millón de euros. Hoy la falta de mantenimiento así como el hundimiento parcial de la nave han reducido considerablemente el valor.

Tauroni ha defendido ser uno de los principales interesados en que la venta se materialice y además se ejecute por el mayor importe porque eso supondría saldar la responsabilidad civil, la suya, pero también la de compañeros de banquillo. Pero lamenta el procedimiento elegido. Asegura que insistió en su día en el TSJ para que la venta se realizara de forma directa, tutelada por la Generalitat. De esta forma, mantiene que se habría agilizado el proceso y, además, se obtendría más dinero. Ahora, el hecho de que sean subastados –junto a las deudas– limitará la cantidad de dinero recuperado.

«No consta que las gestiones desplegadas por la Sala a través de diversos y sucesivos recordatorios de las comisiones hayan dado resultado positivo», admitían hace una semana desde el Tribunal Superior de Justicia (TSJ). El procedimiento pasa por una primer filtro de la Fiscalía y luego se sustancia ya en un órgano judicial, añadieron. Desde septiembre del pasado año, el TSJ no recibe información de la magistrada de enlace de España en Estados Unidos. La última comunicación fue que se seguían registrando avances.

Esta parálisis ha complicado el horizonte de todos los condenados. Por ejemplo, el de Agustina Sanjuán, secretaria de la conselleria, que recientemente se quejó ante el TSJ de la inacción del tribunal. La exalto cargo, representada por Jorge García Gasco, lamentó que tenía embargada su pensión, una vivienda y un garaje «sin haberse lucrado». Y no es la única en esa situación.