La exalcaldesa de Carlet que quería quitar multas, al borde del banquillo

La Audiencia de Valencia ha confirmado el procesamiento de la exalcaldesa de Carlet María Ángeles Crespo por presionar a los agentes de policía para que retiraran determinadas multas en su municipio. Tras esta resolución, la investigada, que llegó a ser senadora por el Partido Popular, queda más cerca de sentarse en el banquillo de los acusados. La Sala considera que se dan todos los requisitos para que el juzgado número 3 de Carlet dictara el auto de incoación de procedimiento abreviado por la existencia «de indicios racionales de criminalidad».

El tribunal avala la decisión de la instructora. Recuerda que en la causa constan los expedientes en los que se incluyen «las anotaciones a mano» que realizaba la alcaldesa. Se trataba, según explicó ella en el juzgado, de recomendaciones y «sugerencias» para revisar los casos de afectados. Pero rechazó que fueran órdenes. Así, por ejemplo, escribía las letras A (anular) o R (ratificar) en aquellos casos en los que los residentes en el municipio se habían quejado por las sanciones.

Esta actuación conduciría a los agentes a cometer un delito de prevaricación al alterar los expedientes sancionadores por orden de la alcaldesa. Esto, según el auto, se puede desprender tanto de las declaraciones del entonces jefe de Policía del municipio -la persona que denunció el asunto- y se corrobora con algunos testigos que han declarado durante la instrucción.

Además, el máximo responsable de la Policía Local denunció a Crespo por trato humillante. El funcionarios tuvo que recibir atención médica por esta actitud de su superiora. Existe, además, un informe forense que relata lesiones psíquicas compatibles con la denuncia del agente. Desde el primer momento del arranque de la investigación judicial, la alcaldesa trató de centrar el motivo de esta denuncia en un problema laboral y confiaba en que todo se archivaría. Sin embargo, la instrucción ha terminado por desmontar esa esperanza.

La exalcaldesa, durante sus declaraciones en el juzgado, sí reconoció una reunión para tratar el asunto de las multas. Se produjo en 2011. Tras algunas denuncias, según ella, los vecinos iban al Ayuntamiento a quejarse por el importe. Fue entonces cuando convocó a los agentes. «Les insté a tener más proximidad con la gente». Esto consistía, según su versión, en que si observaban un vehículo en doble fila entraran a los establecimientos cercanos para localizar al conductor.