Las declaraciones de dos investigados en la causa del blanqueo del PP, Alberto Mendoza y Cristina Montalvá, permiten reconstruir el escenario en el que se desarrollaron las donaciones de 1.000 euros y el papel capital de Alfonso Grau en la dirección del grupo. La principal novedad de sus comparecencias de ayer en el juzgado es que el exedil Mendoza reconoció que la secretaria del grupo municipal Mari Carmen García Fuster le ofreció la devolución de los 1.000 euros. Pero aclaró que desconocía cómo se materializaría ese ofrecimiento. Es más, él pensaba, según declaró, que el dinero procedería del sobrante de la campaña electoral de aquel 2015. En cualquier caso, él lo rechazó.
Publicidad
Sí concretó que era Alfonso Grau, el vicealcalde el que dirigía todas las campañas. En este periodo ya no estaba en el Consistorio tras su abandono por el caso Nóos del que después quedaría absuelto. «Mari Carmen estaba nerviosa» por esta circunstancia, comentó Mendoza durante su testimonio. La secretaria le facilitó el número de cuenta para hacer el ingreso y fue entonces cuando le dijo que se lo devolvería, siempre según el relato del exedil.
Este hizo el ingreso en efectivo porque en el banco le querían cobrar por la transferencia «unos siete euros». En su testimonio, aportó otro detalle revelador. Se trata de una conversación por teléfono en la que escuchó como Fuster decía: «Alfonso nos va a ayudar». Tras esto, según Mendoza, su compañera de partido se mostró mucho más tranquila.
La investigación de las campañas anteriores, las de 2007 y 2011, con la irregular operativa de pagos de actos electorales a través de agencias de comunicación y supuestamente con facturación ficticia de los empresarios, sitúa a Alfonso Grau como artífice de la contabilidad en B de la formación. De hecho, se encuentra investigado en la causa, aunque no participó en las donaciones de 1.000 euros.
El testimonio de Mendoza apuntala esta tesis de que Grau era el factótum en la búsqueda de recursos y Fuster estaba orientada más a la gestión posterior de las finanzas. Por lo demás, el exedil trató de quitar peso a su participación en la polémica campaña. «Nunca he tenido responsabilidad en esto», indicó. En aquel momento, el edil llevaba tres años de concejal, pero ignoraba que los comicios sólo se podían pagar con las subvenciones.
Publicidad
El letrado de Mari Carmen García Fuster cuestionó a Mendoza respecto al poder de decisión real que tenía su representada y le preguntó si las órdenes «venían de más arriba». Los dos únicos que quedaban por encima de ella eran Alfonso Grau, en aquel momento fuera del Consistorio, y la alcaldesa Rita Barberá, fallecida durante la investigación judicial.
La declaración de Cristina Montalvá fue algo menos contundente. Al parecer, a ella no le ofrecieron la devolución del dinero de forma tan clara y directa sino que Fuster le insinuó algo como «me gustaría devolvértelo». De igual modo que su compañero, desconocía de qué forma podría hacerlo y la existencia de una supuesta caja B del partido. Sí fue igual de firme que Mendoza a la hora de reivindicar el papel capital de Grau en las campañas electorales precedentes. «Era él el que conseguía el dinero», llegó a asegurar.
Publicidad
Los meses anteriores a los comicios fueron de verdadera angustia. Por un lado, existía la preocupación por los resultados electorales. Las encuestas no auguraban seguir en el Gobierno local. Pero, por otro lado, las finanzas del Grupo tampoco deparaban alegrías. «Mari Carmen estaba realmente preocupada por esto». Al parecer, no había dinero para la campaña. «No sabemos cómo afrontarla», le transmitió Fuster. «Alfonso está como está», dijo respecto al exvicealcalde en una frase que admite las más variadas interpretaciones. Por aquel entonces, Grau y Barberá no se hablaban.
La imputación del primero en el caso Nóos y la falta de defensa de la alcaldesa los habían distanciado enormemente. Pese a todo, la mujer de Grau, la fallecida María José Alcón, llegó a ir en las listas del PP al Ayuntamiento, pero en un puesto que no le permitiría entrar como concejal. Y esta circunstancia también fue motivo de disputa entre las dos referencias en el PP.
Publicidad
Asunto diferente es qué pueden conseguir los declarantes con sus comparecencias de ayer. Una posibilidad sería una conformidad, un acuerdo entre la fiscalía y los dos investigados, pero Mendoza y Montalvá no han confesado ningún delito. La otra posibilidad, la verdaderamente deseada por los imputados, es que se les retire la acusación. Pero los mismos indicios de participación en el blanqueo que constaban antes de la comparecencia se mantienen. Y tampoco son los primeros investigados que admiten la donación y niegan el reintegro.
El siguiente paso corresponde al juzgado. El instructor debe dictar el procesamiento de los investigados o el archivo. Las pesquisas están agotadas desde hace más de un año.
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.