La extraña desaparición de un barco vinculado a la secretaria de Zaplana que terminó en la Guardia Civil

Las últimas averiguaciones de la UCO respecto a la investigación al expresidente Eduardo Zaplana han desembocado en el puerto de Altea. Los agentes tomaron recientemente declaración a una empleada de las instalaciones náuticas, dirigidas por Javier Céspedes.

La Guardia Civil interrogó a la testigo respecto a una denuncia que presentó en el cuartel de la Guardia Civil por la sorpresiva desaparición de la embarcación Mangusta 92, de nombre Naikamo. Esto ocurre, según las diligencias, en febrero de 2009. La empleada, que se dedica a labores de administración, confirmó que puso una denuncia después de que alguien se llevara el barco. A continuación, envió un correo a Mitsuoko, la secretaria personal de Zaplana, que también está investigada en el procedimiento. Era ella la persona de contacto que figuraba a nombre de la sociedad Promivola. La testigo indicó que fue ella la que presentó la denuncia porque no encontrarían al propietario. La firma vinculada a Mitsuoko era la que pagaba el amarre.

La empleada ignora si el expresidente era el dueño de alguna embarcación amarrada en el puerto. De igual modo, desconoce las propiedades de Joaquín Barceló, supuesto testaferro de Zaplana. La trabajadora sólo recuerda que el exdirigente del PP era usuario de algunos barcos. El exjefe del Consell siempre ha negado cualquier vinculación con los fondos o cuentas en el extranjero. Desde el primer momento rechazó las acusaciones. Incluso después de que el abogado uruguayo Fernando Belhot,supuesto testaferro del exministro, entregara casi siete millones de euros al juzgado de Valencia que investiga la red de blanqueo.