Feijóo y Mazón pactan un perfil solvente que lidere la reconstrucción de Valencia

Entre las certezas, pocas, que existen respecto a ese nuevo Consell, figura la relacionada con que se configurará con la vista puesta en la reconstrucción. Un término que el jefe del Consell viene utilizando y que se refiere no sólo a una prioridad política, sino también al diseño de un área que juegue un papel principal en ese proceso.

Esa recuperación tendrá un carácter transversal, es decir, no será responsabilidad única de un departamento. La vicepresidenta Susana Camarero, por ejemplo, está llamada a asumir más protagonismo en el nuevo Consell –se da por hecho que asumirá la portavocía del Consell–. Pero no tiene por qué ser la principal referencia dentro nuevo Gobierno valenciano a la hora de asumir el papel.

De hecho, fuentes del Palau de la Generalitat admiten que el presidente nacional de los populares, Alberto Núñez Feijóo, le ha trasladado a Mazón la necesidad de incorporar a su Gobierno un perfil «solvente» de un experto en gestión pública. Un nombre que ofrezca seguridad, que se encargue de la necesaria reactivación de la economía valenciana, que también se ha visto golpeada por los efectos de la DANA. Un perfil de un cargo con capacidad para facilitar la búsqueda de inversiones y la llegada de fondos europeos. La Comunitat Valenciana va a necesitar una inyección de fondos, y la actitud que mantiene por ahora el Gobierno de Sánchez –a la vista de la contestación a la carta remitida por la consellera Ruth Merino– no parece apostar por la aportación de recursos a fondo perdido por parte del Ejecutivo central.

De manera que el perfil que se busca es el de un profesional –o una profesional– con capacidad para moverse en las instituciones europeas, que no ofrezca discusión sobre su solvencia y que pueda moverse en los mercados financieros. ¿Quién? Esa pregunta no parece tener aún una respuesta definitiva.

Ese perfila está llamado a jugar un papel fundamental en el resto de legislatura. Otra cosa es si el jefe del Consell opta por darle un puesto dentro del Ejecutivo autonómico o si prefiere nombrar una suerte de alto comisionado, a imagen de los que en su día nombró Ximo Puig en el Botánico. Un peso pesado, tenga o no cartera, pero que se encargue de relanzar la actividad económica de la Comunitat.

Junto a esa incorporación, Mazón piensa en un perfil técnico, muy profesional, para asumir el área de emergencias. La directora general de Prevención de Incendios Forestales, Rosa Touris, viene asumiendo las labores de portavoz de las reuniones del Cecopi, pero no parece que el jefe del Consell esté pensando en esta capitana de la Guardia Civil que prestó sus servicios en el Centro Nacional de Protección de Infraestructuras Críticas (CNPIC), dependiente de la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior.

Algunos de los cambios pueden venir condicionados por si el presidente decide o no ampliar el número de carteras de su Gobierno. Si opta por lo primero, puede aprovechar para recomponer el reparto de competencias entre algunos de los departamentos más sobrecargados.

Por ejemplo, la vicepresidencia que ocupa Susana Camarero cuenta con competencias en Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda. Esa última área, una de las grandes problemáticas a las que se enfrenta la ciudadanía en los últimos tiempos, podría pasar a otro departamento o incluso disponer de un área específica dirigida a facilitar el acceso a la vivienda.