Fernando Roig y una veintena de empresarios, investigados en la trama de ocultación de fondos de Carlos Fabra

Fernando Roig, presidente del Villarreal y del grupo Pamesa, es uno de los empresarios que se han visto salpicados en la investigación judicial contra el expresidente de la Diputación de Castellón Carlos Fabra.

El titular del juzgado de Instrucción 4 de Castellón sostiene que el exdirigente del PP ingresaba importantes cantidades de dinero mientras debía cerca de un millón de euros a Hacienda por la condena por fraude fiscal que le llevó a prisión. En un auto adelantado por El Español, al que también ha tenido acceso LAS PROVINCIAS, se recoge cómo la UDEf ha acreditado «una media mensual de ingresos en efectivo de más de 19.000 euros, o indirectamente, a través de familiares, terceras personas o sociedades mercantiles«.

 Es en este último apartado donde el magistrado sospecha de la actuación de determinados empresarios, a los que ya mantiene como imputados. Por ejemplo, detalla el supuesto de Enrique Gimeno Escrig, dirigente de Facsa, la mercantil que se encargaba del suministro de agua en Castellón y que dio dinero a Fabra sin que exista ninguna contraprestación. Ese dinero lógicamente en perjuicio de los accionistas de la firma, explica el juez en una resolución de más de 30 páginas.

El caso de Fernando Roig es todavía de mayor cuantía. El empresario dio 300.000 euros en 2014, a favor de una de las cuentas a nombre de Fabra. El expresidente indicó que esto se debía a una amistad que les unía, y que no había podido devolver dicho préstamo. Pero las sospechosas operativas, que también salpican a uno de los hijos de Roig, afectan a un conjunto de empresas en la órbita de la familia Roig o que fueron absorbidas por ellos, que dieron una serie de préstamos a «fondo perdido» a uno de los hijos de Fabra y qué lo hicieron a través de sociedades mercantiles. Estas cantidades nunca fueron devueltas.