Giner se erige en el defensor de Arrimadas frente a las críticas de Cantó en su marcha de Ciudadanos

Cantó se ha ido de la dirigencia de Ciudadanos en la Comunitat con buenas formas, despidiéndose de todos, pero dejando un mar de fondo lo más turbulento posible de cara a la confianza de la ciudadanía y de los propios diputados de Cs en las posibilidades de futuro del partido. El ya exsíndic se marchó ayer del grupo parlamentario sin guardarse para sí mismo ni un reproche a la dirección nacional presidida por Inés Arrimadas. A la cúpula del partido en Madrid la señaló como el principal peligro para el futuro de Ciudadanos. La arremetida fue de tal calibre que un par de horas después, Fernando Giner, el único valenciano que permanece en la Ejecutiva de Arrimadas, salió a defender a la presidenta de la formación naranja.

Unos se quedan, otros que se van. Cantó rechazó el lunes la oferta de la dirección nacional de formar parte de un Comité Permanente que se ampliaba para darle cabida a él y a otros críticos. Sin embargo, el portavoz municipal de Cs en el Ayuntamiento de Valencia, Fernando Giner, sí aceptó y asumió, ayer, que la de Cantó no será la última salida de miembros de Ciudadanos. El exsíndic despotricó con ligereza respecto a Arrimadas, los diputados del grupo parlamentario evitaron darle la razón sin quitársela demasiado. Así que fue Giner el primero en tomar la palabra para defender la actuación de la líder nacional.

Si el lunes Cantó interpretó una tocata y fuga rápida de la sede nacional, ayer le dedicó más tiempo a su réquiem. Llegó a la Cámara, compareció ante los periodistas a las 11 horas, maniobró para designar a su sucesora, se reunió con el grupo al completo para despedirse, firmó el acta de renuncia como diputado, envió mensajes de despedida a síndicos de otros grupos y se fue de Les Corts, pero sin entregar por registro su renuncia al acta de parlamentario, algo que seguía sin hacer siete horas después de llegar al parlamento valenciano ayer por la mañana. Un largo adiós en el que tuvo tiempo para considerar que «lo que vimos en la Ejecutiva es política viejuna, la de cómo la gente se atornilla a un puesto y no toma ninguna responsabilidad, es la política que no me gusta».

Cantó aseguró haber reclamado al equipo de Arrimadas que tomara decisiones para que Cs no vaya al «desastre», si bien la respuesta fue, según él, que quisieron «negociar en un despachito un puestito» en la Ejecutiva «como si fuera un jarrón chino. No estoy para eso». Cantó quería dimisiones y como no las hubo se fue él, ya que Arrimadas «se ha alejado de la esencia de Ciudadanos», y partido que consideró que estaba formado por «gente profesional que tiene vida fuera de la política y no tiene miedo a asumir responsabilidades, pero me encontré con otra cosa que no reconozco».

Cantó aseguró que sigue como militante en el partido y que ya está barajando alguna oferta recibida desde productoras de televisión. De hecho, horas más tarde se aseguró que se incorporaría como tertuliano en un programa vespertino, el presentado por Risto Mejide, que en su momento también se mostró cercano a Albert Rivera. El ya exsíndic se fue aludiendo al mito de Sísifo para resumir su relación con la cúpula de Arrimadas: «El trabajo que hacíamos, era como mover una gran piedra que subíamos a una montaña para que la dirección la volviese a echar a rodar cuesta abajo». Considera que ese núcleo duro «nos está condenando a ser irrelevantes» por ser ellos «el peligro real. Está en la cúpula que está llevando a cabo decisiones desastrosas», y que lo acertado sería, ahora, por ejemplo, acudir junto al PP a las elecciones madrileñas.

Una hora más tarde, la síndica adjunta de Ciudadanos en Les Corts, Ruth Merino, evitó darle la razón al que considera su «maestro» e introductor en el mundo de la política. Los diputados naranjas se movían en un erial, un grupo devastado tras la dimisión de Cantó.

Al filo del mediodía, se dio a conocer las primeras declaraciones de Fernando Giner tras la Ejecutiva del lunes. «De la Ejecutiva salió un partido mucho más cohesionado y con un apoyo unánime al liderazgo de Inés. Estuvimos escuchando a nuestros compañeros de Ciudadanos de Murcia y yo, como portavoz en el Ayuntamiento de Valencia, que veo cómo funciona la contratación pública, entiendo perfectamente lo que se ha hecho allí. Lo que no entiendo es que personas que hasta el día de hoy estaban en Cs, ahora estén apoyando al PP de Murcia», señaló Giner, quien admitió que «en las próximas horas y días habrá noticias sobre otras personas que se van de Cs y que esto forma parte de una operación montada por el PP».

«Toni Cantó sabrá lo que va a hacer en un futuro, personalmente, lo que tengo claro es que estar en Ciudadanos conlleva ser muy firme en la lucha contra la corrupción y eso es lo que estamos haciendo los que nos mantenemos leales al proyecto», subrayó Giner, para quien «en Ciudadanos las riendas siempre las tienen los afiliados, Inés se presentó a unas elecciones internas y fue elegida por todos», subrayó.