Giro de guión en el caso Imelsa: reclaman que Benavent ingrese ya en prisión

Marcos Benavent ha cambiado por completo su papel en toda esta trama. Reapareció hace casi seis años tras una huida-viaje por medio mundo, vestido de hippie, y con la promesa de sentirse profundamente arrepentido. Anunció entonces su firme voluntad de colaborar con la Fiscalía Anticorrupción para desenmascarar toda esta supuesta red de corrupción que pivotaba alrededor del presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus. Y de hecho, así lo hizo. Sus declaraciones y la documentación aportada a la causa a través del registro del despacho de su entonces letrado, Ramiro Blasco, supusieron la apertura de una macrocausa de corrupción con numerosas piezas separadas e incluso alguna otra operación al margen, como la que propició la detención de Eduardo Zaplana.

Acción Cívica considera que el cambio de letrado, el pasado mes de octubre, supone una alteración evidente de las circunstancias que rodean al exgerente de Imelsa. Desde la llegada del abogado Juan Carlos Navarro a su defensa, Benavent modificó el relato y sostuvo que los audios que durante años él grabó a amigos y políticos para registrar las corruptelas del PP estaban manipulados.

Además, insistió en que recibió presiones por parte de la UCO y que, al final, sus declaraciones solo pretendían acusar por acusar. En el juicio que estos días se celebra en la Audiencia de Valencia por una de las piezas del sumario ha llegado a declarar que le aconsejaron que hiciera esto, en referencia al sumario, muy grande, implicando a cuanta más gente mejor y así no iría a la cárcel. En esta supuesta estrategia colaboraría la Fiscalía y su anterior letrado.

Todos estos antecedentes han llevado a Acción Cívica a solicitar la convocatoria de la vista para solicitar la prisión. Además, el hecho de que haya abandonado su papel de arrepentido incrementa el riesgo de que no acepte una eventual sentencia condenatoria y decida fugarse. Llama la atención la letrada acerca de la falta de un domicilio conocido que Benavent se ha negado a comunicar al juzgado. Ahora mismo, el titular de Instrucción 18 ignora dónde reside el principal acusado de la trama. De igual modo, carece de arraigo familiar. No tiene pareja ni hijos. Tampoco tiene trabajo o al menos no se conoce.

En el lado contrario, la abogada de Acción Cívica sostiene que el exgerente de Imelsa puede tener alguna red de contacto en el extranjero. De hecho, recuerda que antes de que estallara el caso Imelsa ya se fue a Ecuador y Japón. Después recapacitó y decidió volver para colaborar con la Justicia. Pero aquellas buenas intenciones parecen haber cambiado.