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Pilar Bernabé I. Arlandis

La designación como delegada sitúa a Pilar Bernabé en el foco del PSPV en Valencia

El encumbramiento de la concejala para suplir a Calero agita el debate sobre la candidatura a la alcaldía

M. Hortelano

Valencia

Lunes, 27 de junio 2022

La última remodelación del Consell, a finales de mayo, dio ayer sus últimos coletazos en la Comunitat, con un importante movimiento político de cara al último año de legislatura. El Consejo de Ministros nombró este lunes a la actual concejala de Deportes del Ayuntamiento de Valencia, Pilar Bernabé, delegada del Gobierno, en sustitución de la actual, Gloria Calero, que cambiará sus responsabilidades y pasará a ser senadora territorial en el puesto que dejó vacante hace poco más de un mes la actual consellera de Innovación, Josefina Bueno . Una de esas carambolas de la política que han acabado interconectando el Gobierno central, la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia, y que afectará al devenir de estas instituciones en el último año de legislatura. A nadie escapa que la designación tiene gran importancia política, ya que a un año de las autonómicas y municipales, el puesto puede ser clave para ganar visibilidad a la hora de potenciar la figura de la recién nombrada Bernabé. Una nueva derivada en la candidatura al Ayuntamiento de Valencia.

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Y es que, aunque es una frase muy recurrente que se le atribuye a Napoleón, resulta muy socorrida para estos casos de estrategia política. La victoria tiene muchos padres, mientras la derrota es huérfana, se suele decir. Y en la elección de Pilar Bernabé como delegada del Gobierno en la Comunitat el mantra ya se ha extendido por los círculos y familias socialistas, en cuyas casas todos se atribuyen la autoría de la idea para no salir mal parados con la elección.

El movimiento tiene trascendencia política, porque el representante del Gobierno central en la Comunitat se convierte de facto en la persona de confianza del Ejecutivo y en la tercera autoridad en el territorio, sólo por detrás del presidente de la Generalitat y del de Les Corts. Pero, sobre todo, por la visibilidad que el cargo puede dar a quien lo ocupa si sabe utilizar el escaparate que es acompañar a los ministros en sus visitas, comunicar todos y cada uno de los logros de gestión del Ejecutivo central y dejarse ver en la primera fila de una innumerable lista de eventos.

Pilar Bernabé no estaba en ninguna quiniela ni ahora ni en 2019. De hecho, su nombre fue una sorpresa, hace ahora tres años, cuando la líder del PSPV en Valencia y vicealcaldesa, Sandra Gómez, la ascendió de asesora del grupo municipal a concejala en puestos de salida. Sin embargo, a lo largo de este tiempo, la responsable de Deportes, Emprendimiento y Envejecimiento Activo, se ha ganado el halago de quienes la han visto trabajar en un área con tanta gestión como la suya. En el Palau, incluso, se cuestionó su inclusión en la lista municipal porque Bernabé había formado siempre parte de la cuota de asesores. Una especie de segunda división socialista en la que la ahora delegada del Gobierno se había desenvuelto con soltura. Fue en su día responsable de protocolo con el secretario general del PSPV Ignasi Pla, pasó después como eventual en el grupo municipal, en la etapa de Joan Calabuig, donde se mantuvo con Gómez hasta 2019, cuando consiguió plaza de concejala.

Vinculada siempre a la familia lermista, Bernabé ha cogido vuelo en esta legislatura. Los que la tratan destacan su incansable capacidad de trabajo, que le ha valido un gran reconocimiento en los sectores que ha gestionado. Una suerte de martillo pilón con los temas. Sin embargo, no son pocos los que ahora la ven como una alternativa a la vicealcaldesa, Sandra Gómez, si finalmente al partido no le salen las cuentas. Desde el entorno de la actual secretaria general del PSPV de la ciudad de Valencia se atribuyen el éxito de Bernabé para haber sido nombrada y la destacan como un fichaje de la cantera del Ayuntamiento. Un salto que, dicen, reforzará a Gómez, porque pondrá en valor las políticas municipales. En declaraciones a los medios lamentó que «más allá de las especulaciones que puede haber en cualquier partido, donde muchas veces se traslada una opinión personal como si fuera la del partido», no hay debate abierto sobre su relevo. «Es absolutamente falso. Tanto en el ámbito privado como en el público siempre me he sentido muy apoyada respaldada por el presidente Puig, al igual que yo siempre le he apoyado en lo privado y lo público en estos diez años. Por lo tanto, el hecho de que Pilar Bernabé, persona de mi absoluta confianza, hoy sea nuestra referente dentro del Gobierno, es una oportunidad para mí a nivel político, dijo.

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Sin embargo, otros atribuyen la jugada a la materialización de un posible recambio para Gómez. De un tiempo a esta parte, la figura de la vicealcaldesa está siendo permanentemente cuestionada porque, dicen, en Ferraz no ven con buenos ojos su candidatura. De hecho, el resultado de Valencia ciudad es clave para el resultado autonómico, en plena crisis del Botánico. Y, sobre todo, de cara a las generales, donde el partido quiere máxima movilización. Si bien el nombre de Bernabé es poco conocido en la actualidad para el gran público, sí lo ha sido en muchos círculos a los que pertenece. Desde el mundo fallero, del que forma parte, al deportivo, con el que se ha volcado, o con el del emprendimiento, en el ecosistema de startup de la ciudad. Pero, sobre todo, con los centros de mayores de la ciudad, un caladero de votos importantísimo en el cap i casal.

Un movimiento que podría colocarla en primera fila de sucesión de Gómez. O al menos en un aviso. Desde el entorno de la vicealcaldesa creen que es exactamente lo opuesto. Que el nombramiento refuerza a Gómez porque es una de los suyos. Una persona de la casa. Sin embargo, en otros sectores del partido creen que la decisión de situar a una de las concejalas de su confianza en un puesto de tanta visibilidad es un síntoma claro de la debilidad de Gómez de cara a una carrera electoral para la que quedan apenas once meses. Y el debate sobre si ella será el cartel electoral vuelve a estar más abierto que nunca con esta decisión tomada al alimón entre Puig y Sánchez.

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