El Gobierno alega que sigue siendo un «socio fiable» de la OTAN: «Nuestro objetivo no es torpedear la cumbre»
La portavoz tilda de «opinión» la afirmación de Rutte de que España tendrá que dedicar el 3,5% de su PIB a inversión en capacidades militares para cumplir con sus compromisos
La cumbre de la OTAN en La Haya se calienta y España está en el centro del huracán. El Gobierno insiste en que su ... posición de no elevar el gasto en defensa hasta el 5%, como viene exigiendo Donald Trump y se recoge en la declaración que este miércoles aprobarán los líderes de los países, es firme, y que eso no es incompatible con seguir siendo un «socio fiable» pero el presidente de los Estados Unidos no parece verlo igual; considera que nuestro país es «un problema».
«Nuestro objetivo no es torpedear ni alterar la cumbre de la OTAN. Hemos intentado trabajar de manera discreta y leal», alegan fuentes gubernamentales. En Moncloa reiteran que siempre han ido de frente y que la solución alcanzada este fin de semana tras una intensa negociación del propio Pedro Sánchez con el secretario general de la Rutte no solo salvaguarda la posición española sino la del conjunto de los aliados.
La ministra portavoz, Pilar Alegría, insistió en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en que España está decidido a cumplir con los compromisos adquiridos con la organización, pero reiteró que, según los técnicos de las Fuerzas Armadas, para hacerlo no hará falta más que un 2,1% del PIB. »Ni más ni menos«, dijo Sánchez este domingo.
En nada cambia, a su juicio, el hecho de que el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, pusiera este lunes en cuestión esas cifras y advirtiera de que, desde su punto de vista, será necesario que España dedique el mismo porcentaje establecido para los demás (un 3,5% de gasto en capacidades y un 1,5% para gastos relacionados con la seguridad) para no contravenir el acuerdo que se firmará en esta cita. «Es su opinión», se ha limitó a replicar hoy Alegría.
El Gobierno sostiene que esa advertencia no invalida en absoluto la interpretación que el propio Rutte ratificó a Sánchez por carta tras una ardua negociación en la que, según afirman ahora fuentes de Moncloa, también ha habido contactos diplomáticos «al más alto nivel» con Estados Unidos y, según la cual, España puede descolgarse de esa cifra recogida en la declaración siempre y cuando alcance el objetivo de capacidades que se le fijó en la reunión de ministros de Defensa del pasado 5 de julio.
Y como prueba de que esa interpretación, que el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, cuestiona, es válida, Alegría recurrió al enfado que ha provocado en países como Polonia o al deseo expresado por aliados como Bélgica o Eslovaquia de poder obtener una garantía similar de Rutte de que podrán seguir su «propio camino» de manera soberana.
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