El Govern cesa al director de la cárcel donde murió una cocinera en Barcelona

Tras el asesinato de una cocinera en la cárcel tarraconense por parte de un preso, que empleó un cuchillo de cocina mientras trabajaba en la preparación de las comidas, los funcionarios pidieron ceses al Govern. Pidieron la cabeza de la consejera de Justicia, del secretario de Prisiones y del director del centro penitenciario. El Govern se negó a atender las demandas de los empleados de prisiones, que llevan más de dos semanas de protestas. «Hay que encarar una nueva etapa en el centro después de la crisis vivida en los últimos días», según ha justificado el Govern el relevo en la dirección del penal.

Además, el Departamento de Justicia ha adoptado la decisión, como pedían los funcionarios, de reforzar la seguridad en los centros penitenciarios y reducir riesgos. En concreto, se refuerza la vigilancia en los talleres y cocinas, se dotará de dispositivos de comunicación y emergencia a todo el personal y se reforzará también el personal del servicio de cocina. Dos prisiones catalanas, asimismo, han decidido apartar de las cocinas a presos condenados por homicidio. Es el caso que ocurrió en Mas d'Enric. El preso que asesinó a la cocinera había sido condenado por asesinato con un cuchillo. Luego se suicidó.

Justicia prevé también consolidar los 111 nuevos profesionales especializados en prevención y gestión de conflictos en los centros penitenciarios, amplía la plantilla a 407 nuevos efectivos y crea unidades de intervención especializadas para los internos más disruptivos y con problemas de adaptación a los módulos ordinarios de vida. Se contempla la incorporación de 185 efectivos para crear unidades de intervención.