Los grupos en Les Corts velan armas ante el debate sobre el estado de la Comunitat

Los populares estrenan síndic, Juanfran Pérez Llorca, número dos del PPCV y ahora también portavoz en Les Corts, un político al que Mazón tiene mucha fe tras pilotar rápida y felizmente cuestiones como el pacto de gobierno con Vox o el acuerdo con Ens Uneix para presidir la Diputación de Valencia. Se enfrenta el PP a un reto importante, como es gobernar y sacar adelante la actividad del Consell con solo 40 de los 99 escaños en la Cámara parlamentaria valenciana.

En el Palau de la Generalitat afinan el discurso para abrir la mano e intentar ocupar el centro del escenario político con un mensaje pragmático, teóricamente abierto al diálogo. Más que probable que Mazón insista en buscar pactos para los asuntos estratégicos de la Comunitat, además de hacer una defensa cerrada de su gestión al frente del Consell.

En Vox quieren aprobar el presupuesto de la Generalitat que presente Mazón para el año próximo. Otra cosa es que la temperatura de la política nacional lo permita.

Los voxistas pretenden situarse como garantes de la «oposición constructiva», sin pillarse los dedos votando con el PSPV y Compromís, pero sin ejercer de abanicadores de Mazón a coste cero. El secretario general de Vox, Ignacio Garriga, viaja este martes hasta Valencia para asistir personalmente a la reunión del grupo parlamentario.

Miembros del equipo de Morant en el PSPV se han trasladado a los despachos de Les Corts para engordar el calibre del discurso socialista y evitar disonancias con el de la líder, que no tendrá ni voz ni voto en el debate.

Diana Morant ejerce un liderazgo extraparlamentario que condiciona la velocidad y capacidad de maniobra del PSPV en Les Corts, que deberá arremeter contra Mazón y ejercer de parapeto frente a los ataques al Gobierno, que pueden venir de la derecha, obviamente, pero también desde la izquierda.

Apoyo del Gobierno central pero enfadados con Sánchez, Compromís tiene en la infrafinanciación de la Comunitat su principal bandera, una vez los populares han descartado reclamar la deuda histórica y los socialistas han renegado del fondo de nivelación.

Joan Baldoví, síndic de Compromís, tiene pendiente aportar una dosis de credibilidad a la retahíla de órdagos de la coalición, que amenaza al Consell y al Gobierno por encima de sus posibilidades de cumplir con advertencias que luego no van a ningún lado.