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Los peritos de la Agencia Tributaria declararon ayer en el juicio por el saqueo de la depuradora, cifrado en más de 20 millones de euros. Los especialistas de Hacienda confirmaron la trama y que las facturas por el tratamiento de lodos que se recibían en la planta eran falsas.
Ninguna de las mercantiles investigadas disponía de personal y medios humanos para el tratamiento de los residuos. La realidad es que lo hacía otra empresa que cobraba la mitad. El resto del dinero era lo que supuestamente se repartían los cabecillas de la trama a través de las extracciones con tarjetas de crédito y la distribución del dinero en efectivo.
Los beneficiarios eran el expresidente de Emarsa y exalcalde de Manises, Enrique Crespo; el exgerente de la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar), José Juan Morenilla; y el exjefe de Explotaciones de esta entidad, Ignacio Bernácer. No obstante, otro de los cabecillas, el exgerente de la planta, Esteban Cuesta, que también participaba en el cobro de comisiones, sorprendió en el juicio al exculpar a Morenilla.
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