Hacienda duda si autorizar la sede de Innovación para evitar el gasto y duplicidades

La búsqueda de una sede para la Conselleria de Innovación en Valencia está a punto de provocar un enfrentamiento entre este área y la Conselleria de Hacienda. El departamento de Vicent Soler es quien debe dar el visto bueno a la propuesta de alquiler que el área que dirige Carolina Pascual tiene ya encima de la mesa. La propuesta es alquilar un inmueble de la céntrica calle Pizarro de Valencia, con un coste para las arcas autonómicas de 20.000 euros mensuales. La competencia sobre el Patrimonio de la Generalitat recae sobre Hacienda, que es quien si finalmente se autoriza, deberá proceder al alquiler del local en el que la Conselleria de Innovación pretende establecer su sede en Valencia, aparte de la oficial, que ya tiene en Alicante.

Desde el departamento de Vicent Soler estudian ya la propuesta que la subsecretaría de Innovación ha elevado a Sector Público, como reconocieron ayer fuentes de este departamento. La Conselleria tiene serias dudas acerca de autorizar la operación porque quieren evitar la imagen que ofrecería una sede de Innovación de gran tamaño en Valencia, ya que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, fijó en Alicante la ubicación de esta nueva área de gobierno. Pero no sólo por ese motivo. El gasto de 20.000 euros mensuales en las oficinas para albergar la subsede podría suponer una contradicción en la política de racionalización del gasto emprendida por el Botánico y en la que se apuesta por la venta de patrimonio propio.

Ahora, está en manos de Hacienda informar si es procedente validar la operación y seguir adelante con el alquiler de una sede en la calle Pizarro en la que se instalarían tanto el personal funcionario de Innovación, Universidades y Sociedad Digital, como los asesores –en su mayoría trabajan desde Valencia–, como el gabinete de la consellera los días que tenga agenda o reuniones en la capital del Turia. Pero también el personal de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), que también debe tener por ley de creación su sede en Alicante, y personal del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace).

Sea cual sea la decisión, la búsqueda de una nueva sede en Valencia ha traído problemas desde el inicio para el área que dirige Carolina Pascual. El arreglo que finalmente se adopte ha acabado por provocar tensiones con Hacienda, ya que si opta por denegar el alquiler, el proceso habrá sido en vano y si acepta la petición, Innovación deberá al menos justificar para qué necesita todo ese espacio en un barrio de tanta solera, teniendo sus instalaciones en la Ciudad de la luz de Alicante.

En cualquier caso, el proceso ha tenido complicaciones desde el primer momento, como ha venido reflejando este diario. En verano, Innovación comenzó a buscar sede para albergar instalaciones de la Conselleria en Valencia. De hecho, la inmensa mayoría de sus empleados públicos están en Valencia y no en Alicante, donde está la sede. Sin embargo, los altos cargos del departamento de Pascual comenzaron la casa por el tejado. Primero buscaron el local que les gustaba y, una vez se dieron cuenta de que no podían alquilarla porque es una cuestión que depende de Patrimonio, sacaron a concurso público la búsqueda de un local con idénticas características a las del de la calle Pizarro. Curiosamente, después del concurso, vía Diario Oficial de la Generalitat (DOGV), el inmueble elegido por Innovación no era otro que el que ya habían visitado en verano. Un local que, curiosamente, ya había despertado meses antes el interés de otra nueva conselleria, la Vicepresidencia segunda, en manos de Rubén Martínez Dalmau, cuyo gabinete también visitó las instalaciones. Sin embargo, el elevado precio y la posibilidad de instalarse en un espacio de los numerosos con que cuenta la Generalitat sin ocupar motivó que el departamento de Unidas Podemos se instalara en el Palau de Pineda, en el céntrico barrio del Carmen.

Sea cual sea la decisión final, tanto la Conselleria de Innovación como la de Hacienda deberán arreglar esta semana el asunto para decidir finalmente qué hacer con la sede.