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El conseller de Hacienda, Vicent Soler, en Les Corts. LP

Hacienda sólo ha ingresado uno de los 265 millones por ingresos patrimoniales

La ejecución del presupuesto a mes de noviembre retrata una burbuja de 4.000 millones en la previsión de recaudación

JC. Ferriol Moya

Valencia

Miércoles, 11 de diciembre 2019, 18:30

El conseller de Hacienda, Vicent Soler, suele explicar las razones del desequilibrio existente entre ingresos y gastos en el presupuesto autonómico –1.158 millones de euros según los últimos datos de la Intervención del Estado– no sólo con la infrafinanciación que arrastra la Comunitat. En su argumentario figura también una referencia a la caída de los ingresos, con una justificación a mitad de camino entre la coyuntura política nacional y la menor recaudación por la actividad inmobiliaria.

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Que los ingresos han caído lo demuestra, por ejemplo, la información sobre ejecución del presupuesto que hace pública la propia administración autonómica. Los datos del mes de noviembre, dados a conocer ayer, retratan la burbuja de los ingresos que el Gobierno valenciano presupuesto para 2019 y los que, a un mes para que acabe el año, se han ingresado. Desde los ingresos tributarios a las tasas y precios públicos, pasando por los ingresos patrimoniales o los de capital, se quedan lejos de las proyecciones aprobadas inicialmente.

Los ingresos patrimoniales representan el caso más sangrante, en términos proporcionales, de esa caída de ingresos. Los 265,6 millones de previsión que figura en el presupuesto para este ejercicio se traduce en apenas un millón de euros recaudados en el penúltimo mes del año. No sólo eso: la previsión es acabar el año con un máximo de 4 millones recaudados por este concepto ¿A qué obedece esa diferencia? Los ingresos de naturaleza patrimonial proceden de las rentas de la propiedad o patrimonio de la Generalitat, así como lo derivados de actividades realizadas en régimen de derecho privado. De los 265 millones presupuestados, 10 correspondían a ingresos por alquileres de inmuebles de la administración autonómica. Los otros 255 correspondían a a las liquidaciones de los contratos de 'Gestión de servicios públicos mediante concesión de asistencia sanitaria integral'.

Concesiones hospitalarias

A finales de 2018, cuando se elaboró el presupuesto en vigor, Hacienda detalló que esa previsión correspondía a las liquidaciones de los contratos de los hospitales de la Ribera, Torrevieja, Denia, Manises y Elx-Crevillent. Ayer, fuentes de este departamento señalaron que se han contabilizado 51 millones de concesiones en el capítulo III, «con una previsión de llegar a 86,2». Y que la diferencia obedecía al recurso de la liquidación de Manises, por valor de 179 millones, «y que se volverá a hacer». El reconocimiento de un fiasco que el TSJ ya paralizó en 2018.

El de los ingresos patrimoniales no es el único capítulo inflado en el presupuesto en vigor. El apartado de enajenación de inversiones reales –el que identifica los ingresos por venta de patrimonio– incluía una previsión de 19 millones de euros. A mes de noviembre se habían ingresado 269.147 euros. El capítulo identifica mejor que ningún otro la incapacidad de la administración autonómica para colocar su patrimonio en venta. En términos globales, la Generalitat tenía presupuestado para este ejercicio, sin contar las operaciones financieras, 16.563 millones de euros entre ingresos corrientes y de capital. En el penúltimo mes de año, la cifra ingresada no llega a 12.300 millones de euros.

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En términos absolutos, la principal caída de ingresos está en los ingresos tributarios. Y en particular, en los ingresos indirectos, con una diferencia de casi 1.400 millones de euros entre lo presupuestado y lo realmente ingresado. El impuesto que grava la actividad inmobiliaria –Transmisiones Patrimoniales– va casi 450 millones por debajo de las previsiones iniciales. La recaudación del IVA, por su parte, se deja 624 millones respecto a lo presupuestado para todo el año.

El capítulo de Transferencias Corrientes es otro de los puntos débiles. De los más de 3.000 millones de ingresos presupuestados, la administración autonómica lleva ingresados 1.100. Las transferencias con financiación incondicionada son las que evidencian la diferencia más evidente -de unos ingresos previstos de 2.416 millones a unos efectivos de 905 millones-.

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Pago de inversiones

¿Y los gastos? La ejecución presupuestaria a mes de noviembre retrata también el freno de algunos capítulos del presupuesto como consecuencia, lógica, del freno de los ingresos. El VI y el VII, inversiones reales y transferencias de capital, son los que constatan esa situación. Los créditos definitivos para los gastos de capital alcanzaron los 1.851 millones de euros. A fecha del mes de noviembre, lo que se ha pagado supera apenas los 309 millones de euros, un 16% de la cifra anterior.

Fuentes de la conselleria de Hacienda han remarcado en otras ocasiones que los créditos reconocidos –los que corresponden a los fondos que la propia administración tiene la intención real de gastar– alcanzan los 1.235 millones de euros. Asumiendo ese dato por bueno, seguirían quedando sin abordar algo más de 600 millones de euros de gastos en estos dos capítulos.

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Los últimos datos publicados por la Intervención del Estado sobre ejecución presupuestaria revelan que a mes de septiembre, y en comparación con las cifras correspondientes a 2018, la administración autonómica estaría en unos ingresos muy similares a los de aquel ejercicio, pero en unos gastos muy superiores.

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