Hiddink y la pizzería de Morera

Hiddink ha comenzado asegurando que estaba un poco nervioso. «Erá más fácil estar en Mestalla», ha bromeado, para luego disculparse por su castellano, que, sin embargo, se entendía perfectamente. El entrenador ha dado las gracias por el premio y por la acogida y hospitalidad valenciana. En esas ha contado lo bien que lo había pasado la noche previa cenando con «Morera y Luis». El presidente de Les Corts, Enric Morera, ha bajado un poco la cabeza y se ha pasado la mano por la frente al ver la sonrisa del entrenador, que ha continuado. «Creo que ellos dos abrirán una pizzería cuando acaben su vida política», ha vaticinado Hiddink, al revelar que la noche anterior se había enterado «de que la pizza es valenciana, no es de Napoli, la empezaron haciendo aquí». Como todo el mundo en Les Corts sabe de los estudios e investigaciones que ha realizado durante años Morera en relación a la conexión entre la pizza y la coca de Oliva, su localidad natal, las risas han rebotado en los nobles y altos techos del Palacio de los Borja, familia, precisamente, a la que Morera sitúa como los exportadores de la coca valenciana y su implantación en Italia. Hiddink ha terminado la anécdota dirigiéndose al presidente de Les Corts para desearle suerte en su futuro como pizzero: «Yo compraré la primera». Siendo sábado matinal, con un comentario así, la jarana estaba asegurada. Cerrado aplauso para Hiddink en Les Corts, como cuando en Mestalla empezaban a toquetear el balón Arroyo y Fernando Gómez Colomer.

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BURGUERA

Posteriormente, el propio Morera ha secundado el bueno humor de Hiddink señalando en un tuit que el entrenador «ha desvelado un secreto bien guardado, pero no sería una pizzería. Haremos una coquería de pasta buena, ¿no, Lluismi Campos? Estamos mirando local». El tal «Luis» al que se refirió inicialmente el holandés es Campos, el asesor de Morera y una especie de tahúr futbolístico en el Valencia. Sería digno de ver a Morera y Campos detrás de un mostrador en una coquería.

Tras las risas, Hiddink ha vuelto a tomar la palabra, y con una naturalidad extraordinaria ha advertido de que «hay que estar muy atentos a las fuerzas que pueden violar la democracia». «Tenemos que luchar contra la intolerancia y tenemos que celebrar la palabra libre», ha manifestado con una sencillez y serenidad que, desde luego, nadie diría que estaba en Les Corts más nervioso que cuando entrenaba en Mestalla.

Les Corts han otorgado la alta distinción Francesc Vinatea al pueblo ucraniano para reconocer su «resistencia» ante la invasión del país por parte de Rusia, la distinción Guillem Agulló, que premia la lucha contra el racismo, la xenofobia y los delitos de odio, ha recaído en el profesor Miquel Álvarez Dolz que sufrió una agresión homófoba por alumnos del instituto de Les Alfàbegues de Bètera, así como al exentrenador. En su discurso oficial, Morera ha pedido «medidas realistas» para la financiación autonómica y la condonación de deuda como «solución transitoria». Posteriormente, en los jardines de Les Corts, tanto él como Campos han explicado el modo en que Hiddink ha sido instruido en el origen valenciano de la pizza.

Durante la noche del viernes, la víspera de la entrega de distinciones, Hiddink ha cenado en un restaurante de Valencia junto a Morera, Campos y unos amigos. En el encuentro participaba la mujer del entrenador, que ha comentado su sorpresa al comprobar la cantidad de pizzerías que hay en la capital del Turia. Y ahí fue cuando el presidente de Les Corts no desaprovechó la ocasión para dar a conocer su investigación gastronómica, según la cual la pizza italiana viene de la coca de Oliva. En sus pesquisas, durante un verano de 2017 estuvo unos días yendo de acá para allá para comprobar su teoría. Realizó una visita privada a uno grupo de arqueólogos valencianos (Llorenç Alapont y Rosa Albiach) que realizaban unos trabajos de excavación en Pompeya, antigua ciudad romana próxima a la actual Nápoles que fue sepultada por la furiosa lava del Vesubio en el año 79. En realidad, según Morera, fue Alfons el Magnànim el que propició el paso de la coca a tierras napolitanas, y entre eso y los Borja, pues una pizza margarita con ocho apellidos de Oliva. O una coca en el local de Morera.