«Hola, soy Carlos Mazón»

Es verdad que el voto se decide cada vez más en el último momento, y que la dinámica del PP tras las elecciones madrileñas le ha situado a la cabeza en las encuestas de intención de voto nacionales. Y no es menos cierto que buena parte del voto se decide por la marca y por una política nacional cada vez más influyente. Pero incluso en ese caso, un partido sin un líder reconocible o con escasa proyección pública lo tiene más complicado para competir con otras formaciones. Además, las encuestas conceden un alto nivel de conocimiento público tanto para Mónica Oltra como Ximo Puig.

Mazón y la calle Génova están dispuestos a romper esa barrera. Desde hace unos días la imagen del presidente del PP valenciano con el brazo extendido y el pulgar hacia arriba ha comenzado a verse en distintos soportes publicitarios. «Un presidente para todos», se puede leer. La imagen y el eslogan tratan de reforzar el perfil presidencial del líder de los populares valencianos. Y, sobre todo, trata de romper la barrera de la invisibilidad que en ningún caso podría traspasar desde el Parlamento autonómico porque carece de la condición de diputado.

«No estar en Les Corts tampoco es tan importante», se señala desde el entorno del dirigente alicantino. En realidad, Puig tampoco se preocupa en exceso de acudir a la Cámara, tal y como refleja el número de sesiones plenarias ordinarias (4) del próximo periodo de sesiones.

Mazón quiere darse a conocer. Su equipo entiende que el escenario electoral actual apunta a un empate técnico entre el bloque de centro derecha y el de la izquierda. Un resultado alcanzado, se remarca, a pesar del bajo nivel de conocimiento público del nuevo presidente regional. Consolidar esa imagen entre el gran público, y la caída en intención de voto de Podemos, pueden resultar claves para deshacer ese empate a favor del bloque de derechas.

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¿Y por qué esa campaña ahora? Las elecciones autonómicas no tocan hasta 2023, así que, sobre el papel, no hay urgencias que obliguen a actuar ya para consolidar la imagen de Mazón.

No las hay... o sí. El desplome de Podemos, que según los últimos trackings sigue cayendo y ya se acerca de forma peligrosa al límite del 5% para poder tener representación parlamentaria, ha abierto en el seno del Botánico el debate respecto a un eventual adelanto electoral. Aún asumiendo riesgos como el de la posibilidad de que unas elecciones autonómicas en solitario tuvieran un índice de participación bajo, especialmente en alguna circunscripción, el retroceso del partido de Pilar Lima podría obligar a que el Palau adoptara decisiones. Y por si escenario se cumple, el PP valenciano necesita tener los deberes hechos cuando antes.