La hora de Mazón

¿Y el PP valenciano? Su presidente, Carlos Mazón, ha convocado para un día después reunión del comité ejecutivo y de la Junta Directiva Regional. Mazón, que asiste este martes a la cumbre del partido en Madrid, tiene previsto trasladar 24 horas después a la cúpula del PP en la Comunitat la nueva hoja de ruta de los populares.

Porque el PP valenciano también se va a ver sometido a cambios. «Mazón y Catalá ya han recibido todo el apoyo de Esteban González Pons», se señala desde el partido. Pero ese hecho, la certeza de que la cúpula del PPCV no va a ver alterada ni sus responsabilidades ni sus horizontes políticos, no significa que todo vaya a seguir igual.

Para Mazón, la caída de Casado y García Egea abre la puerta a impulsar su proyecto político sin el corsé marcado por uno y otro dirigente. Porque el líder del PPCV llegó a la presidencia regional de la mano de ambos, y su gestión a lo largo de estos poco más de siete meses de liderazgo regional ha venido cosida a la estrategia nacional del partido.

El presidente del PP valenciano tiene ahora la oportunidad de dar un paso más. Si la nueva dirección nacional le deja hacer, tal y como se apunta, el también presidente de la Diputación dispondrá de margen para consolidar un proyecto en el que resulta determinante que crezca en nivel de conocimiento entre los valencianos -uno de los grandes frentes con los que debe combatir-.

Y también para poner sobre la mesa un proyecto político que marque la agenda política valenciana. Lo intentó con su ambiciosa reforma fiscal, aunque la propuesta no ha terminado de calar en un escenario de incertidumbre y sobresalto como el actual.

Mazón debe persistir en abrir ese frente contra Puig que le referencie también en el ámbito de la provincia de Valencia como líder de la oposición al tripartito valenciano, consideran fuentes del partido. Una presión mayor sobre el presidente de la Generalitat, un discurso político que destape las diferencias entre los miembros del tripartito y una estrategia solvente para dar visibilidad a su liderazgo.

El líder del PPCV contará además con la sensibilidad añadida con la que González Pons mirará al partido en la Comunitat. Una garantía de que darle la vuelta a la hegemonía electoral de la izquierda valenciana -tal y como dijo el propio Feijóo en presencia de Mazón- será una prioridad.

Para el PP nacional, ocurría con Casado y ocurrirá con Feijóo, el resultado de la Comunitat Valenciana es una palanca. No se trata únicamente de poner fin a la hegemonía de la izquierda que se prolonga desde 2015. También pasa por sumar los apoyos necesarios que faciliten el regreso del candidato popular -todo apunta que será el propio Feijóo- a la Moncloa.

Y para lograrlo, Madrid necesita más del partido en la Comunitat. La ola generada por el éxito de Isabel Díaz Ayuso en las autonómicas de la Comunidad de Madrid, o por el éxito que supuso el lleno de la plaza de toros durante la convención celebrada por los populares en Valencia, se vio desinflado poco a poco, hasta alcanzar su punto más bajo en unas elecciones, las de Castilla y León, que en lugar de lanzar al partido en su asalto a la Moncloa sirvió para comprobar el tirón de Vox y la falta de una respuesta nítida por parte de los populares.

El nuevo punto de inflexión, para el PP en general y para los populares de la Comunitat en particular, es el propio congreso extraordinario, a celebrar probablemente en Sevilla como impulso a la candidatura a la reelección como presidente de la Junta de Andalucía de Juanma Moreno.

Una cita que debe marcar la entronización de Feijóo como nuevo presidente nacional, y que debe servir de punto de despegue de los populares. También para el PP valenciano, demasiado tiempo acariciando la posibilidad de que el centro derecha recupere la mayoría, pero todavía sin sondeos que certifiquen que existe un mínimo colchón como para plantear como una certeza que se puede recuperar la Generalitat.