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REDACCIÓN
Jueves, 13 de febrero 2020, 00:45
El director del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) Manuel Illueca, ha jugado un papel determinante en el proceso de renovación de la presidencia de Caixa Ontinyent. Antonio Carbonell, al frente de ese cargo, continuará muy probablemente otros tres años en el puesto a pesar de que, inicialmente, había pactado su sustitución con José Pla, vicepresidente de la entidad. Fuentes cercanas al proceso consultadas por este diario aseguraron ayer que Illueca, en nombre del Palau de la Generalitat, intervino en primera persona para frenar el relevo de Carbonell, al considerar que su sustituto en el cargo era una persona cercana al alcalde de Ontinyent y exdirigente del PSPV, Jorge Rodríguez.
La renovación de la presidenta de Caixa Ontinyent se cruza así con la batalla interna en el seno del socialismo valenciano. Rodríguez abandonó la militancia en el PSPV a raíz de su imputación en el caso Alquería, en el que se investiga al expresidente de la Diputación de Valencia y su núcleo más cercano de colaboradores por los supuestos delitos de prevaricación y malversación en los contratos de alta dirección a varios responsables de Divalterra, la empresa pública de la corporación provincial. Desde entonces, la relación de Rodríguez con la sala de máquinas del Palau de la Generalitat es de confrontación abierta. «Querían nombrar al alcalde de Ontinyent y ahora quieren poner al presidente de la Caixa», señaló ayer una fuente conocedora del proceso.
La polémica se desata hace apenas quince días. Carbonell fue reelegido presidente de la Caixa en julio de 2017. El acuerdo entonces fue de que el responsable de la entidad -a cuyo consejo de administración se incorporó el 26 de enero de 2000- ocuparía el puesto durante tres años, y que, transcurrido ese periodo, sería su vicepresidente segundo el que le sustituiría.
La maniobra, de la que alertó la secretaria autonómica de Economía, Rebeca Torró -natural de Ontinyent y hasta que estalló el caso Alquería persona de confianza de Rodríguez- provocó que saltaran las alarmas en el Palau. Entre otras razones porque se considera que Pla sería más cercano al alcalde de Ontinyent que Carbonell. Desde la óptica del Palau, ese relevo habría supuesto ceder al exnúmero dos del PSPV una posición de privilegio sobre la única entidad de ahorro valenciana. Otras fuentes consideran, sin embargo, que la relación de Rodríguez con Carbonell es exactamente igual de cercana que con Pla, catedrático de organización de empresas de la UV.
Ese análisis, no obstante, no era compartido en el Palau. Las fuentes consultadas aseguran incluso que Illueca presionó para lograr que Carbonell se mantuviera en el cargo -decisión que parece encaminada pero que aún no es definitiva-, incluso advirtiendo de las consecuencias que tendría para el futuro de la entidad un relevo al frente de la presidencia. Illueca parece haber logrado el objetivo aún a costa de abrir una brecha indudable con Pla, con el que se asegura que mantenía una buena relación.
La proximidad de Pla a Rodríguez la demostraría su presencia en actos políticos de La Vall, el partido creado por Rodríguez. Las fuentes parlamentarias consultadas remarcaron que los apoyos hacia Carbonell para que continuara en el cargo van desde el PSPV hasta el PP, pasando por Compromís.
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