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e. c.
Domingo, 30 de enero 2022, 00:40
Existe un determinismo político que ancla sus argumentos en la costumbre. En Andalucía gana el PSOE; en Castilla y León, el PP. Inmutable como los 4 escaños que elección tras elección obtenía desde 1983 el PP en Palencia, donde se reparten siete. Tan asentado que en la encuesta del CIS un 70% de los encuestados creen que el PP volverá a ganar, aunque solo el 18,9% manifiesta intención directa de voto a los azules. Tan asumido que uno de los empeños del PSOE de Castilla y León durante estos dos años y medio ha sido recordar que las elecciones de 2019 las ganaron ellos. Entonces, por cierto, por primera vez, el PP solo obtuvo 3 escaños en Palencia.
El escenario del 13-F es inédito. Nunca antes se han votado en Castilla y León unas elecciones a las Cortes sin acompañamiento. Huérfanas de urnas municipales en un territorio en el que las siglas del PP dominan el medio rural y el papel de los alcaldes resulta crucial para amarrar el poder autonómico. Incluso cuando las urnas se colocan al alimón, la participación en los comicios autonómicos siempre es menor que en los municipales. El impacto de esta orfandad empieza a dejarse notar en las encuestas y en las sensaciones de los partidos. El CIS reflejaba un 26,9% de indecisos y un 6,9% de encuestados que no contestaban sobre su intención de voto.
Desidia en el electorado
El PSOE ha decidido meter en campaña a sus alcaldes para movilizar el voto. Tiene más poder municipal que nunca: gobierna en 10 de los 20 núcleos más poblados, lo que supone tener bajo su gestión a 844.000 habitantes. Un tercio de la población total. El PP solo tiene poder en cinco de esas veinte alcaldías más relevantes. Los populares, aupados en las encuestas aunque con tendencia bajista, temen la abstención. Mañueco ha llamado a filas a los suyos para que se vuelquen. Perciben desidia y cansancio en el potencial votante.
El alcalde de un pueblo vallisoletano, del PP, pone el ejemplo con números. Un tercio de sus vecinos no viven en el municipio, aunque siguen empadronados allí en muchos casos, porque trabajan fuera. Si en primavera hubiera elecciones municipales, acudirían a votar, dice. «Pero a las Cortes...».
Habrá, además, dos debates televisados, uno de ellos por RTVE. Solo comparecen los partidos con grupo parlamentario propio: PP, PSOE y Ciudadanos. Mañueco contra el socialista Tudanca y su ex compañero de Gobierno Igea. La campaña será decisiva, confían los aspirantes. Y el 26,9% de indecisos hacen tambalearse el determinismo.
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