m. hortelano
Viernes, 18 de octubre 2019, 20:14
El Gobierno valenciano estrenó con su constitución dos nuevas carteras, la de Vivienda y la de Innovación, surgidas a partir de la escisión de dos consellerias, las de Política Territorial y Educación. Dos áreas que han tenido que dotarse de medios tanto técnicos como humanos. Y uno de los principales problemas en ambos casos fue la búsqueda de sede en la que instalar los despachos de sus dos titulares, el vicepresidente Rubén Martínez Dalmau, y el de la consellera Carolina Pascual.
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En el caso de Vivienda, tras una búsqueda y visita de varios céntricos locales en alquiler en el centro de Valencia, el departamento de Martínez Dalmau optó por quedarse en un edificio público del catálogo de la Generalitat, el Palau de Pineda, cercano a las sedes de los palacios de la vicepresidenta, Mónica Oltra, y del presidente, Ximo Puig. El caso de Innovación es bien distinto.
La conselleria que dirige Carolina Pascual lleva buscando sede en Valencia desde el verano y estos días se ha interesado por un céntrico edificio en el que el precio del alquiler supera los 20.000 euros mensuales. Curiosamente, el inmueble es uno de los que ya visitó el equipo del vicepresidente el pasado mes de junio, aunque el elevado precio los ahuyentó. A pesar de que la sede institucional de Innovación está ubicada en Alicante, en las oficinas de la Generalitat, y a falta de espacio concreto en la Ciudad de la Luz, andan a la búsqueda de inmueble en Valencia en el que no sólo se ubicarán los funcionarios que están adscritos a este área, sino que trabajará buena parte del equipo de la consellera, que permanecerá en Valencia la mayor parte de los días.
Una de las primeras opciones fue precisamente el Palau de Pineda, actual sede de la Vicepresidencia y donde los funcionarios de la Agencia Valenciana de Avaluació y Prospectiva (AVAP), ahora dependientes de Innovación, estaban ya ubicados en la anterior legislatura. Pero el resto de empleados públicos, pertenecientes a Universidades, están situados en las dependencias de la Conselleria de Educación, en el edificio de Campanar, donde estaban adscritos hasta el cambio de conselleria.
Pero la Subsecretaría siguió buscando un espacio en el que instalar no sólo la gerencia de la Conselleria de Innovación y el aparato administrativo, sino también para aglutinar a todo el personal público. Y esa búsqueda los ha llevado, curiosamente, a un inmueble en pleno Ensanche, con varias plantas y más de 2.000 metros cuadrados de espacio, según la información inmobiliaria. Las oficinas pueden alquilarse, pero la empresa propietaria está también dispuesta a venderlas. La principal ventaja del edificio por el que ya se han interesado dos consellerias es que tiene una amplia planta baja que tiene acceso directo a la calle.
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