Interior paga una cinta de correr de 2.800 euros para Grande-Marlaska

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quiere estar en forma y por eso ha cargado al erario público la compra de una cinta de correr para su uso personal. En Les Corts Valencianes había diputados que cargaban cafeteras de cápsula, como hizo en su día Emilio Argüeso de Ciudadanos, pero en Madrid parece ser que lo que se lleva es estar en forma y el titular de Interior apuesta por aquello de mantener sanos la mente y el cuerpo.

La cinta de correr será de las buenas, de las profesionales de gimnasio, porque el precio del aparato es de 2.770,9 euros (impuestos incluidos). Marlaska parece que no se contenta con cualquier cinta y quiere una de las buenas. La plataforma de contratación del Estado es la que ha chivado está compra que, cuanto menos, es curiosa. La empresa que se ha llevado el contrato menor es Entornos Tecnológicos y de Comunicación. Se eligió entre tres licitadores y la cinta se compró el 8 de marzo.

Al parecer, el ministro prefiere correr en casa por cuestiones de seguridad y así se evita salir a la calle en compañía de los escoltras. Marlaska vive en un piso en el paseo de la Castellana de Madrid. Además, según han publicado varios medios de fuentes del Ministerio, en la vivienda había ya una cinta que se ha estropeado y se ha optado por sustituirla.

El primero que ha dado el paso para llevar el «caso de la cinta de correr» al Senado es el representante de Compromís, Carles Mulet, que suele estar muy avispado para estos temas. Mulet quiere saber para qué se ha comprado la cinta y por qué se ha cargado al erario material deportivo de estas características. Lo que parece claro es que la cinta de correr de Marlaska no es una compra para el bien colectivo de los españoles a no ser que el ministro rinda mejor si está en forma.