El interventor de la Diputación reclama más control de las subvenciones a dedo

El informe de los resultados del control interno correspondientes a 2019 en la Diputación de Valencia reclama profundizar en el control de las subvenciones, por haber demasiadas que todavía se dan a dedo y porque la fiscalización es deficiente.

El informe también señala que la corporación ha sido excesivamente generosa en los sueldos que se pagan a varios directivos de empresas públicas, Divalterra y Girsa, así como en la subida salarial aplicada en Egevasa. Fuentes de la institución provincial admiten ese desfase, si bien señalan que no son grandes cantidades, pues superan en menos de un centenar de euros al mes lo que marca la ley. Fuentes del Botánico admiten que lo que dice el informe «es lo que hay, son contratos laborales y ahora veremos qué hace Gaspar», en referencia al presidente de la Diputación, Toni Gaspar. El documento tiene fecha del pasado 15 de octubre y algunos de los aspectos en los que incide, relacionados a la situación de 2019, se están subsanando. En cualquier caso, a lo largo de la pasada legislatura se establecieron pagos de sueldos por encima de la ley, según los datos de la Intervención.

En capítulo de la fiscalización de las subvenciones y la contratación es dónde más incide la auditoría interna de la institución provincial. Fuentes del equipo de gobierno señalan que en la Diputación había «una constelación» de ayudas de todo tipo, una variedad propiciada porque durante muchos años todos los diputados pretendía tener capacidad para conceder subvenciones, con el fin de dar vuelo a su gestión y obtener cierta cuota de protagonismo. Finalmente, las ayudas se han ido reagrupando. No obstante, la Intervención señala que «tras el análisis de riesgos observamos que es necesaria la puesta en marcha del control financiero sobre los beneficiarios (de las ayudas) para poder realizar comprobaciones». El estudio de la situación por parte de los fiscalizadores concluye que deben realizar «un control inmediato las subvenciones otorgadas a entes no administraciones públicas, recogiéndose en estos términos en el Plan Anual de Control Financiero para 2020, y que se está llevando a cabo».

Igualmente, el informe indica que se comprobó que en 2019 «se había producido una notable reducción en las subvenciones de concesión directa (a dedo), y a pesar de ello, las que se conceden siguen teniendo importantes carencias en la justificación de las causas que impiden la convocatoria pública. Se están aumentando las de concurrencia competitiva, pero también las subvenciones nominativas que no son más que subvenciones directas que siguen el mismo procedimiento y publicidad que la aprobación del Presupuesto». La Intervención reconoce la labor de reducción de esa «constelación» de ayudas heredadas de la presidencia de la Diputación por parte de Jorge Rodríguez (entonces socialista) y de Alfonso Rus (PP), pero entiende que siguen existiendo «una gran cantidad de convocatorias por los más variados conceptos objeto de subvención con resultados ineficientes», e insta a simplificarlas.