Sonia Castedo: «Hay cosas irreparables. No me pueden resarcir, pero hay vida después de la política»

–¿Y ahora, qué?

–Ahora nada. Queda todo atrás. No se puede volver al pasado. Hay cosas que no se recuperan, que no vuelven, que no hay manera de cambiar, que son irreparables y no se pueden retomar ni cambiar. Hay que mirar hacia delante y yo ya lo hago.

–Desde el PP han comentado que ahora será muy difícil resarcir todo el daño que usted y Díaz Alperi han sufrido. ¿Se le puede resarcir de algún modo?

–No hay ningún modo de resarcirme porque, además no quiero que nadie me resarza de lo que ha pasado. No es posible hacerlo ahora. Yo necesitaba durante todos estos años que han pasado un apoyo que recibí de los que me lo quisieron dar. Las dignidades no se pueden recuperar.

–¿Qué reflexión hace de todo lo que ha ocurrido?

–Al final no sé si terminas haciendo una reflexión o simplemente intentas sobrellevar una situación muy dura. He vivido una travesía por el desierto que ha durado muchos años, en la que acabas cegada por todo lo que te va ocurriendo. Pero al final llega un final. En el trayecto dejas a un lado muchas cosas, hay gente que prefiere apartarse, no saber nada más de ti, pero lo que yo he terminado pensando es que lo importante es no perder la perspectiva de quién eres y de dónde estás.

El caso Brugal, con sus múltiples ramificaciones, fue el gran asunto de la corrupción de la provincia de Alicante. Se llevó por delante a Joaquín Ripoll y los exalcaldes de Alicante, Diaz Alperi y Sonia Castedo. Algunos pinchazos telefónicos sonrojaron a media España por la aparente claridad con la que se detallaba la corrupción. Ahora bien, esto luego hay que probarlo. Y la realidad es que el caso, en concreto el amaño del Plan General de Ordenación Urbana, se ha cerrado con una multa de escasa importancia para Alperi y para el empresario Enrique Ortiz. Tan de escasa importancia que en casa del constructor se celebró casi como una victoria, según muestra un vídeo que grabó y difundió su familia. En la sentencia ha quedado acreditado que el empresario regaló a la exalcaldesa una chaqueta de una conocida marca de moda. Pero este delito, no obstante, estaría prescrito. Respecto a los viajes, la investigación acreditó que fueron costeados por la propia edil. De igual modo, sucedió con la compra de un Mini.

–¿Qué le parece la evolución de su partido (el PP) a lo largo de todos estos años?

–Pues no estoy muy pendiente de todos los temas vinculados con la política. Hay vida después de la política y también al margen de ella, yo la he descubierto y me gusta, y no quiero renunciar a ella.

–¿Qué opina de las críticas que ha recibido la sentencia que la absuelve?

–Pues que sigan ladrando. Me encanta. Ladran, luego cabalgamos, es una frase que siempre me ha gustado y ahora me gusta aún más.