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Pilar Bernabé, la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, «está haciendo un trabajo extraordinario. Las instituciones las lideran personas y Bernabé, desde el primer ... minuto de esta crisis, de esta tragedia provocada por la dana, está dando lo mejor de sí misma y está a la altura de sus responsabilidades y representa al Gobierno de España de una forma rotunda en cuanto a valores, dedicación y compromiso con la Comunitat Valenciana«.
La declaración es de Pedro Sánchez. La hizo el 11 de noviembre, muy pocos días después de que la riada del 29 de octubre arrasara media provincia de Valencia y dejara 227 víctimas mortales. Menos de dos semanas después de aquella tragedia, el líder del PSOE ya ponía en valor el trabajo de Bernabé, reforzada de nuevo a principios de diciembre, en el congreso federal de su partido, al ser nombrada secretaria de Igualdad de la ejecutiva federal del PSOE.
Bernabé se ha convertido, por méritos propios, en el principal referente del socialismo valenciano, por encima incluso de la secretaria general y ministra de Ciencia, Diana Morant. La invisibilidad de esta última, a la que su último viaje a la Antártida sólo le ha servido para poner distancia mil kilométrica con sus frentes abiertos en el ministerio y en el PSPV, contrasta con la labor pegada al terreno de la delegada del Gobierno, principal encargada de sostener el relato de lo sucedido el 29 de octubre frente a los intentos de la Generalitat de poner en cuestión la labor de los organismos dependientes del Gobierno, como la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) o la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
El protagonismo de la delegada del Gobierno la convierte sobre el papel en ticket electoral idóneo con Morant, por más que las dudas sobre el empuje de la ministra agiten el debate respecto a si el futuro de Bernabé debe de ser más el pulso con María José Catalá por la alcaldía de Valencia, como estaba previsto desde un principio, o la pelea por la Generalitat. No es un debate que agrade a Bernabé, que en privado admite su contrariedad por verse envuelta en una carrera en la que dice no querer participar. Pero es un secreto a voces entre la militancia del PSPV, que no tiene dudas respecto a la cercanía de la dirigente socialista, en contraste con la actitud de Morant.
A Bernabé la acaba de señalar la conselleria de Emergencias, junto a la exconsellera Salomé Pradas, por liderar, se explica, el comité que envió el SMS de alerta el día de la dana. Bernabé ha estado desde el primer día en el Cecopi, el órgano que reúne a todas las instituciones que participan en la emergencia. Su papel en ese organismo, especialmente incisivo en contraste con la inacción de la extitular de Justicia e Interior, es precisamente el que ha contribuido a reforzar su imagen y al reconocimiento por parte de la dirección federal del PSOE.
Durante estos tres meses y medio, la dirigente socialista ha sido la encargada de plantar cara a las dudas que la Generalitat ha venido sosteniendo respecto al papel de la administración central. en la dana Y aunque algunas de ellas tienen difícil respuesta, como el silencio del presidente de la CHJ, la ausencia de Sánchez de la zona cero desde el 3 de noviembre, el retraso con las ayudas o que la exvicepresidenta Teresa Ribera dejara el cargo sin haber llegado a desplazarse ni una sola vez a Valencia, lo ocurrido en el Cecopi del 29 de octubre y la capacidad de trabajo que Bernabé ha mostrado desde entonces para sostener la posición del Gobierno han dotado de máxima credibilidad su discurso.
Algunos medios han informado este lunes de la posibilidad de que Sánchez pueda estar pensando en Bernabé como eventual relevo de María Jesús Montero en el número dos de la dirección federal del PSOE. Una quiniela como otra cualquiera, en la que tiene una posición clave el hecho de que la también vicepresidenta primera del Gobierno ha sido elegida líder de los socialistas andaluces y será la gran apuesta socialista para intentar recortar distancias con Juanma Moreno. Circunstancia que, sobre el papel, abre el melón de su posible relevo, aunque incluso ese escenario, estando Pedro Sánchez por el medio, no puedsa calificarse se verdad absoluta.
¿Puede asumir Bernabé ese papel? El entorno de la delegada del Gobierno no quiere ni oír hablar de una posibilidad que, si bien es cierto parece alejada, abriría un escenario endiablado en el seno del socialismo valenciano. La dirigente del PSPV ya es la valenciana con mayor responsabilidad en la dirección federal del PSOE. Reforzarla aún más serviría para hacer más evidente si cabe el papel secundario de Morant y dispararía las especulaciones respecto a su futuro político. Vozpópuli informaba este lunes de que esa eventual decisión podría venir acompañada de su aterrizaje en el Senado, en representación de Les Corts, responsabilidad que conllevaría su aforamiento judicial.
Todo ello, a día de hoy, parece un escenario lejano y quizá ni siquiera probable. Pero lo que es un hecho es que Bernabé se ha convertido ya en participante habitual de las quinielas que se manejan de posibles nombramientos de Sánchez. El «trabajo extraordinario» en la dana, constatado por el presidente del Gobierno, le ha valido su llegada a la dirección federal. Y es cierto que no tiene porqué venir seguido de nuevas designaciones.
Pero en el seno del PSPV no son pocos los que consideran que Bernabé cuenta con el aval del partido para ocupar las más altas responsabilidades políticas, y también electorales. Y si no ha cambiado de opinión, también con el de Sánchez.
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