La encuesta del PP valenciano publicada por este diario el pasado lunes sitúa al partido que lidera Carlos Mazón en 44 escaños, cuatro más de ... los obtenidos en las autonómicas de hace año y medio. Otros sondeos conocidos estos días incluso mejoran ese resultado. El PP valenciano exhibe fortaleza y recupera la percepción de partido hegemónico que ya exhibió entre 1999 y 2015. Las razones de esta recuperación exprés de un partido que hace sólo cinco años ni siquiera era el más votado en la Comunitat son diversas. Este es un somero repaso.
Publicidad
El líder
El PP acertó con la designación de Carlos Mazón como presidente del partido, aunque sea una obviedad decirlo ahora. Lo cierto es que Pablo Casado y Teo García Egea se la jugaron al apostar por el entonces presidente de la Cámara de Alicante como relevo de Isabel Bonig. Y acertaron. Mazón viene demostrando no sólo la capacidad de trabajo que cabe esperar de un líder político, sino también una capacidad para comunicar, para empatizar y para hacer llegar su mensaje, sin perder siempre el buen tono, incluso haciéndolo compatible con el sentido de humor, que logra llegar a la audiencia.
Programa
El PP valenciano se presentó a las elecciones de mayo de 2023 con una serie de compromisos, al menos los principales, claros de entender, fáciles de asumir para su electorado y, lo que es más importante, que se han cumplido. Bajar impuestos era una bandera fácil de agitar, y que tenía su principal dificultad en la delicada situación financiera de la administración autonómica. Se ha eliminado el Impuesto de Sucesiones y Donaciones y se han aprobado nuevas deducciones del IRPF, algunas en ámbitos tan novedosos como la práctica de actividades deportivas, la salud bucodental o el tratamiento de algunas enfermedades. También se eliminó la Tasa turística, se aprobó la libertad educativa o se vienen reduciendo las listas de espera. Grandes titulares que el Consell puede anotarse en el haber, y a los que la oposición no encuentra discurso de respuesta.
Noticia relacionada
La idea
Es el eslogan del Consell de Mazón. La apelación al cambio resulta siempre una fórmula de éxito para un gestor. En este caso, tras ocho años de Botánico, con una gestión errática, en la que dos de los tres partidos que formaban el tripartito de la última legislatura protagonizaron actitudes chocantes –llegar a cuestionar la labor de los principales empresarios valencianos, por poner un ejemplo-, cada vez más distanciados de eso que se conoce como la personalidad valenciana, y que responde a una identidad propia, pero en ningún caso enfrentada con la española. Mazón y su Consell, primero con Vox y ahora en solitario del PPCV, has recuperado una senda mucho más cercana a ese sentir entre luminoso, alegre y emprendedor de los valencianos. Hasta el 'som terreta' ha caído bien.
Publicidad
El discurso
El Consell de Mazón ha logrado situar en el centro del debate político algunas de las principales reivindicaciones valencianas. El fondo de nivelación para igualar a la Comunitat Valenciana con la financiación media del resto de CCAA, del que el jefe del Consell ha hecho bandera, cuenta con el respaldo de la dirección nacional de su partido y con el visto bueno de las CCAA infrafinanciadas. La mesa del agua, el acuerdo con otras CCAA sobre el Tajo-Segura o el compromiso con el Gobierno sobre el aporte de agua a l'Albufera son otros frentes vinculados a la política hídrica que ha ganado espacio y visibilidad con este Consell. Debates en los que el anterior Consell mantenía una posición escasamente beligerante, cuando no contemplativa, y sobre los que ahora el Consell ofrece la imagen de no darlos por perdidos.
Exsocio, no enemigo
Primero en el Consell, con una gestión que no levantó ampollas, todo lo contrario que ocurrió con Compromís y Podemos. Y ahora fuera del Ejecutivo, aunque es verdad que con la amenaza de no votar los presupuestos de 2025. El PP de Mazón ha sabido conducir al partido de Santiago Abascal por un terreno por el que no sólo ha taponado la posibilidad de perder apoyos a favor de esa formación, sino que incluso viene recuperando espacio hasta el punto de situar al partido de de derecha populista en el ámbito de la Comunitat en graves dificultades para justificar posiciones distintas a las del PP. Incluso la Ley de Concordia pactada por ambos partidos, el principal aspecto de discrepancia con la oposición y con el Ejecutivo central, no fue objeto de una especial impugnación por parte de Pedro Sánchez en la reunión de la semana pasada. Mazón viene logrando que los cambios introducidos en la Ley de Memoria Democrática sean percibidos más como un complemento que como un cambio o una pérdida de derechos.
Publicidad
La crisis
La derrota electoral de un partido abre siempre un periodo de crisis. La única duda es si se cierra con celeridad o si se mantiene abierto. La tendencia suele ser lo segundo. Tras la derrota de mayo de 2023, la marcha de Ximo Puig forzó la designación de Diana Morant como nueva líder. Siete meses después, el traspiés con la decisión de encabezar la delegación valenciana, la batalla abierta en la provincia de Valencia y la percepción de que su liderazgo a tiempo parcial no funciona contribuyen a extender la percepción de partido desunido, sin una secretaria general conocida y con un discurso político anclado en tópicos –'gobierno para los ricos', 'derecha y extrema derecha'…- que los ciudadanos no perciben en su día a día.
Decisiones fallidas
Relevar como líder del partido a quien ha sido president de la Generalitat dos legislaturas, léase Ximo Puig, parecía obligado. Nombrarle embajador de España ante la OCDE en Paris, quizá no. Ni elegir como sustituta a una ministra del Gobierno de Pedro Sánchez al frente de un ministerio de visibilidad más que limitada (a ver qué ocurre con la anunciada remodelación). Quizá tampoco era obligado que los dos pesos pesados que quedaban en el grupo de Les Corts, Arcadi España y Rebeca Torró, salieran por piernas con dirección a Madrid. Ni que el PSPV decidiera romper el consenso de la Plataforma per un Finançament Just. Ni que la batalla orgánica se abra paso en el partido incluso antes de celebrarse el congreso federal.
Publicidad
La debilidad
No es un factor menor. La gestión del presidente del Gobierno, sus acuerdos con el independentismo, sus cesiones a Cataluña, los problemas judiciales de su mujer, sus cambios de opinión… Pedro Sánchez resiste como puede en la Moncloa aún cuando su mayoría parlamentaria parece haber desaparecido y las voces críticas en su partido ya no se limitan únicamente a García Page. La imagen del líder del PSOE, reconocido en los sondeos como el gran motor electoral de su partido, anda de capa caída. Y la federación socialista valenciana es una de las que más depende de la temperatura de la dirección federal –máxime tras la designación como líder de una ministra del Gobierno-. La coyuntura en la que se encuentra el PSOE también ayuda a reforzar al PP valenciano, que dispone de discurso político regalado con la puerta abierta al agravio –siempre un seguro de éxito-.
Descolocado
La formación nacionalista no se recupera de su paso por la moqueta institucional. Los problemas judiciales de Mónica Oltra son sólo un factor más que afecta a una coalición que también ha visto marchar a su otro gran referente, Vicent Marzà (destino Bruselas) y que ahora parece empeñado en dirigir su discurso a colectivos cada vez más minoritarios, centrando su discurso en una reivindicación, la de la reforma de la financiación autonómica, que en realidad inhabilita a su portavoz parlamentario, Joan Baldoví, por todas las veces que se dejó engañar por Sánchez y prefirió mirar hacia otro lado.
Publicidad
Un verano tranquilo
Todo ayuda. Quizá un verano de incendios pavorosos, o un suceso tan insostenible como el del tren de Bejís, o una dana que arrasara comarcas enteras, habría contribuido a agrietar la imagen del Consell como gestor frente a situaciones de emergencia. No ha sido así, afortunadamente, y el actual Consell no ha tenido que sufrir desgaste alguno como consecuencia de imponderables que pusieran a prueba su capacidad de respuesta frente a ese tipo de coyunturas que, sí o sí, generan siempre desgaste.
Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.