Mazón saca los tanques

No hay ninguna intencionalidad belicosa en el comentario. Al contrario. El PP valenciano venía esperando un movimiento de estas características, un perfil incontestable, militar del máximo prestigio, solvente, curtido en situaciones de crisis… Un nombre que contribuya a acabar con el desánimo generalizado en el que se encuentra el partido, consciente del desgaste político que ha generado la tragedia de la DANA, con más de 200 muertos y una sensación de desamparo entre miles de valencianos. Una crisis con mayúscula, que ha puesto en duda la capacidad del partido en el Gobierno para gestionar la crisis.

Mazón, con la incorporación de Gan Pampols, da un golpe sobre la mesa. Teniente general de currículum intachable, que ha participado en operaciones y misiones de mantenimiento de paz en distintos países y que ha sido general jefe del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad, es autor de libros sobre capacidad de liderazgo. Para el PP valenciano, su designación recupera parcialmente una moral tocada por todo lo ocurrido en las últimas tres semanas. No se ha arreglado todo, claro está, pero se elige un camino que gusta.

El PP valenciano y su líder se han visto zarandeados políticamente –y físicamente en alguna ocasión- por lo sucedido el 29 de octubre. El acoso político y mediático sobre Mazón ha puesto entre la espada y la pared al presidente del Consell, que ha visto cómo el prestigio que venía construyendo hasta hace un mes desaparecía de golpe como consecuencia de una gestión torpe de la mayor crisis. La oposición pide su dimisión, amaga con mociones de censura, le pide a Feijóo que lo aparte, algunos compañeros de partido se ponen de perfil…

Mazón necesitaba recuperar cierta iniciativa, como poco para tratar de invertir una tendencia que amagaba con acorralarlo al más puro estilo Paco Camps –algunas televisiones ya empezaban a jugar al acoso con cámaras a las puertas del Palau-. Los cambios en el Consell se perfilaban inaplazables. Y a poder ser, «sin más pistolitas de plástico». Perfiles reconocibles por el PP, que gustarán también en Vox, y que complican mucho el cuestionamiento por parte de la izquierda.

Un nombramiento no resuelve una crisis, claro está. Pero un buen nombramiento, un golpe encima de la mesa, al menos recompone el ánimo. El de la militancia popular ha recibido este martes una noticia que ha acogido con entusiasmo. Una buena noticia por fin después de tres semanas de desánimo, de saber que se ha fallado. Y de percibir que con los mimbres de los que estaba compuesto el anterior Consell podía no ser suficiente.

«Mazón saca los tanques», se titula este análisis. Es una forma de escribir, claro está, para definir cómo ha decidido el líder del PP valenciano afrontar una crisis de esta magnitud. No hay intención beligerante. El jefe del Consell envía un mensaje claro, que sin duda cierra la puerta a ese rumor que se ha hecho circular sobre su posible dimisión. Nada más lejor del pensamiento del líder del PPCV.

Otra cosa es el panorama que Gan Pampols se va a encontrar en el momento que tome posesión de su cargo. Porque puede no ser lo mismo la reconstrucción de Afganistán, un país rural, sin industria ni comercio, que la de l'Horta Sud. Y acometer una recuperación con dinero de EE UU y la UE, como aquella, guardará poca relación con una que tiene como protagonistas a una administración medio arruinada y aun Gobierno tacticista, el de Sánchez, que tratará de sacar rentabilidad electoral de cada euro que invierta en la Comunitat. «No es lo mismo dirigir una reconstrucción manu militari que una con funcionarios y oposición en Les Corts», remarca un veterano del partido. «No se si este hombre podrá aguantar la burocracia administrativa que le espera si está acostumbrado a dar órdenes en el Ejército», se remacha.