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Burguera
Domingo, 24 de diciembre 2023, 20:14
Cuando ves a un gallego en una escalera, no sabes si sube o si baja. El tópico se ajusta a los cuatro intensos años de José María Llanos en Les Corts, donde llegó en 2019 como principal dirigente en la provincia de Valencia y en ... los que ha vivido momentos de ascenso y descenso, siempre discretos pero evidentes. Llanos vive su particular triunfo, acompañado del clásico 'memento mori'. Siendo profesor de Derecho Romano (desde 1989), es seguro que conoce el latinajo que servía para advertir, durante el desfile como homenaje al general triunfador en una gran batalla, que los grandes militares del Imperio también son mortales. Que todo lo que sube, baja, un vaivén que bien conoce el nuevo síndic voxista, subiendo ahora la escalera del éxito tras su nombramiento en sustitución de Ana Vega.
Llanos irrumpió en el parlamento valenciano tras las autonómicas de 2019. Había sido el candidato a la Generalitat igual que era el presidente provincial de Vox en Valencia, con discreción. Dirigió el partido desde 2014 y hasta febrero de 2023, a pocos meses de las elecciones autonómicas, cuando fue sustituido por Ignacio Gil Lázaro. En Les Corts parecía, inicialmente, que sería el síndic del grupo parlamentario, si bien finalmente el puesto lo ocupó la alicantina Ana Vega y Llanos se situó como presidente del grupo y síndic adjunto. Un sube y baja.
Tras las elecciones del pasado 28 de mayo, Llanos parecía llamado a mejores destinos que Les Corts. Doctor en Derecho y abogado después de ser magistrado en la Audiencia Provincial, su nombre sonó repetidamente para convertirse en conseller de Justicia. Se suponía que iba a ascender la escalera. En las quinielas estaba muy bien posicionado durante las semanas posteriores a las elecciones y antes de conocerse el nuevo Gobierno valenciano.
Hasta el 16 de junio, cuando comenzó a bajar escalones de dos en dos, y hasta de tres en tres. En declaraciones a TVE comentó que «la violencia de género no existe, la violencia machista no existe» y que él prefería el término «violencia intrafamiliar» porque las personas no tienen «género, tienen sexo» y que «las víctimas son víctimas y los delincuentes son delincuentes, sean hombres, mujeres, dependientes, ancianos o niños».
Llanos no hizo otra cosa que decir lo que siempre ha dicho Vox, pero en aquel momento el revuelo organizado fue de tal calibre que su nombre desapareció de las quinielas para ser miembro del Consell. Elisa Núñez se convirtió en la responsable de Justicia a propuesta de los voxistas. El exdirigente provincial se limitó a ocupar un escaño como diputado llano y raso. Vega continuó como síndica.
Sin embargo, Llanos continuó al pie del cañón. Presente en su despacho hasta el 7 de diciembre, cuando no había prácticamente rastro ni huella de diputados en la Cámara. Si durante la legislatura anterior era habitual verle junto a Llanos Massó, la conversión la dirigente voxista de Castellón como presidenta de Les Corts no supuso precisamente un distanciamiento entre ambos. Al contrario. Ver a Llanos Massó y a José María Llanos por los pasillos, rodeados de los asesores voxistas, es la tónica diaria en el parlamento valenciano.
El diputado se había convertido en omnipresente desde hace meses en todo lo relacionado con el grupo parlamentario. Era habitual que compareciera tras la Junta de Síndics a pesar de no ser portavoz, ni adjunto, y ha llevado buena parte del peso del discurso voxista en la tramitación del presupuesto. En 2019, parecía que sería síndico y no lo fue. Y ahora se convierte en portavoz de Vox en Les Corts, apenas medio año después de descolgarse de la posibilidad de ser conseller. Difícil saber si Llanos está subiendo o bajando la escalera.
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