El caso Púnica es otro de los asuntos de corrupción que con el paso del tiempo se ha ido diluyendo como un azucarillo en ... un café. También esta macrocausa reunía algunas piezas con marcado acento valenciano que han terminado en sobreseimiento. Así ocurrió en su día con la rama de Gandía y con las sospechas de corrupción en el propio Ayuntamiento de Valencia.
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Toda la supuesta trama gira siempre alrededor de Alejandro de Pedro, quien a través de su firma Madiva y/o Eico ofrecía servicios de asesoramiento online para mejorar la reputación digital de los políticos. Esto se pagaba, según las primeras investigaciones, como publicidad institucional aunque el objetivo fuera 'limpiar' la imagen de los dirigentes.
Ahora el juez ha decidido dar carpetazo a otra de las piezas con vínculos en la Comunitat. En concreto, con el Ayuntamiento de Castellón, dirigido en su momento por Alfonso Bataller, y con el Ayuntamiento de Dénia, Ana Kringe Sánchez.
El ritmo de las diligencias no ha sido precisamente veloz. La causa comenzó en 2014, hace ahora casi una década. El auto que pone fin al procedimiento admite las dificultades de la investigación. «La línea divisoria entre los contratos de publicidad institucional y los de buena reputación política y personal de los cargos públicos no ha dejado, nunca, de ser tenue, difusa, brumosa y, en consecuencia, imprecisa y confusa».
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Y ahonda precisamente en la complejidad de desligar el cargo del personaje: «Cuando estamos hablando de personas que ostentan un cargo público, y si éste es de naturaleza política más aún, resulta especialmente difícil disociar, en el ámbito de las redes sociales, la persona misma del cargo que ocupa, y más aún cuando se trata de potenciar su imagen pública».
En el caso de Castellón, aparte de Bataller, figuraban también como investigados, la asesora Cristina Querol, Paloma Teresa, de comunicación y Juan José Pérez Macián, el que fuera teniente alcalde del municipio. Todos han visto archivada la investigación «ante la precariedad de los indicios» de la instrucción.
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Las actuaciones en Dénia también salpicaron a otros dirigentes aparte de la alcaldesa. Claudio José, su jefe de gabinete, y los asesores Víctor Daniel y Sara Gargallo. La investigación ha acreditado que los trabajos pagados por el Consistorio realmente se ejecutaron. «No se ha constatado en autos que este potenciamiento en redes sociales y estos trabajos de posicionamiento SEO en redes sociales de Kringe, especialmente en internet, así como la publicación de noticias referidas a su cargo, que brindaban los servicios de las entidades Eico y Madiva a través de sus diarios digitales tuviera una dimensión puramente personal o particular y dirigida a ensalzar sus trabajos realizados en el ámbito estrictamente personal».
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