La juez de Azud investiga al cuñado de Barberá por el proyecto de un centro comercial con pista de esquí

De hecho, se fichó para el proyecto al responsable de la instalación deportiva madrileña. Este hombre ha prestado declaración en sede policial y ha revelado algunas cuestiones que le hicieron sospechar acerca de la viabilidad del proyecto, que comandaba la sociedad Nieve y Comercio de la que poseía el 50 por ciento. El resto pertenecía a Procom, que se encargaba de las cuestiones comerciales y jurídicas. Su participación la vendió en 2005 por 6,4 millones de euros. «No veía avances en el proyecto», indicó.

El empresario, no obstante, llamó la atención acerca de algunas particularidades. Por ejemplo, sobre el terreno elegido que era demasiado «pequeño», lo que obligaba a colocar la pista de esquí en el techo de la instalación. «No ofrecían una alternativa de mayor tamaño». Y luego que el coste de la compra de la parcela, unos 45 millones, estaba supeditado a un avance de determinados hitos urbanísticos, como la concesión de licencias municipales. Estos importes fueron adelantados por un banco holandés.

El testigo se reunió con Alfonso Grau en el Ayuntamiento, pero despreció las indicaciones que se le hicieron respecto a los inconvenientes del emplazamiento. La UCO mostró a este empresario un contrato de asesoramiento entre la sociedad Nieve y Comercio y el despacho de Corbín, pero el declarante afirmó desconocer qué papel jugó el letrado en la sociedad. De hecho, no sabía ni quién era. El abogado cobró 138.000 euros por hacer un seguimiento de los trámites municipales respecto a este proyecto, según consta en un documento.

Los agentes también han citado para este informe al socio del anterior empresario en la sociedad Nieve y Comercio. El hombre admitió ser muy amigo de Rita Barberá y reconoció la contratación de Corbín para el proyecto de la pista de esquí. De hecho, ya había sido contratado con anterioridad para el centro comercial de El Saler. «Era la persona más óptima para la tramitación del papeleo, alguien que lo acompañe y lo oriente lo relacionado con el Ayuntamiento de Valencia». Era la persona idónea «para este trabajo debido a que era el cuñado del alcaldesa y se movía muy bien por el Ayuntamiento», reconoció este testigo.

No es la única testifical que orbita alrededor del papel de José María Corbín. Un gerente de la UTE Los Hornillos, la encargada de la planta de basuras, ha admitido ignorar qué papel pudo desempeñar el familiar de la alcaldesa con las sociedades gestoras de la instalación. De hecho, el contrato, también de asesoramiento, debió ser firmado por este gerente y lo desconocía. «No conozco el despacho ni sus funciones y no he visto nunca un dossier confeccionado por ellos», ha indicado a preguntas de la UCO.