El juicio a Zaplana por la fortuna en el extranjero se aplaza hasta el 21 de marzo

El expresidente había solicitado en las últimas horas la suspensión de la vista al no disponer de defensa que pueda garantizar sus derechos fundamentales. Anticorrupción se ha sumado este jueves a la petición, durante una breve vista. El resto de defensas no se han opuesto. El tribunal ha suspendido el juicio hasta el próximo 21 de marzo. Ahora se deberá reajustar el proceso, todo el calendario previsto, juicio que no terminará hasta el verano.

La vista generó una enorme expectación mediática porque se trata del juicio más importante de este año, con dos expresidentes, Zaplana y Olivas, en el banquillo, junto a los empresarios Cotino, y otra serie de colaboradores del exministro de Trabajo. Anticorrucpión sostiene que tenía una fortuna oculta en el extranjero, procedente del cobro de mordidas por adjudicaciones de la Generalitat. Los acusados de su círculo más personal le ayudaban a repatriar el dinero bajo la sombra del testaferro uruguayo Fernando Belhot.

Noticia relacionada

Acusados clave en el juicio a Zaplana cierran un principio de acuerdo para confesar y rebajar la pena

La tensión entre los acusados ha resultado muy significativa. Joaquín Barceló, supuesto testaferro del exdirigente, ha querido despedirse del exministro al terminar la vista y Zaplana le ha dado la espalda. No ha sido un despiste sino una acción deliberada. Esta tensión se enmarca en los pactos de conformidad que se han alcanzado con Anticorrupción, pero que deberán ratificarse en la vista. Zaplana conoce que algunos acusados han llegado a acuerdos. Y Barceló tiene muchas posibilidades de pasar a ser uno de los arrepentidos.

No es el único. Los empresarios Cotino también se sitúan en ese grupo de acusados dispuestos a pactar con la Fiscalía a cambio de una rebaja de pena. A los dos hermanos se les vincula con el pago de las comisiones por supuestas adjudicaciones amañadas. Los pactos evitarían el ingreso en la cárcel de los principales acusados a cambio de esa colaboración con la Justicia. Son negociaciones habituales en macrocausas de corrupción.

El juicio ha sufrido ya dos aplazamientos. La fecha inicial era enero, pero un problema de salud del fiscal motivó un retraso de un mes hasta hoy para el inicio de la vista. Sin embargo, otro contratiempo, en este caso de la defensa de Zaplana, ha obligado a retrasar de nuevo el juicio. Es una incógnita si el expresidente podrá mantener su defensa.

Resulta una incógnita si el letrado, fiscal en excedencia, podrá estar recuperado para esas fechas. No se descarta que otro compañero de su despacho asuma la representación de Zaplana o que incluso el exministro busque un nuevo abogado, opción menos probable.