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El servicio de Cercanías en Cataluña tuvo este lunes complicado. El acuerdo alcanzado entre el Gobierno y los sindicatos sobre cómo será la empresa ... mixta que gestionará el servicio de Cercanías durante el traspaso a la Generalitat logró desconvocar 'in extremis' una huelga convocada por los trabajadores de Renfe y Adif, pero no consiguió que se registraran nuevas incidencias: más trenes suprimidos y muchos retrasos.
Mientras los usuarios sudaban tinta para llegar a clase o a sus puestos de trabajo, los grupos políticos se tiraban los trastos a la cabeza. El Govern se la juega con la cuestión de Rodalies, porque sigue gobernando en minoría y necesita a Esquerra; y ya hay movilizaciones convocadas para este fin de semana y para el mes de abril. El Gobierno también se la juega, porque ERC vincula su apoyo a los Presupuestos de 2026 (2025 ya los da por perdidos) a esta cesión y a la financiación singular.
Junts sacó toda la artillería para cargar con dureza contra el traspaso de Rodalies, en el que no ha intervenido y que es fruto de un pacto entre los socialistas y ERC a cambio de la investidura de Salvador Illa. La crítica le sirvió para arremeter a tres bandas contra el Gobierno, contra el Govern y contra la capacidad negociadora de Esquerra.
Semanas atrás, ERC afirmó por activa y por pasiva que la empresa mixta entre el Estado y la Generalitat, que gestionará Rodalies, no será una filial de Renfe. Finalmente, sí lo será, lo que es del agrado de los sindicatos de Renfe y Adif. «El acuerdo (con los sindicatos) es el certificado de defunción del traspaso de Rodalies», interpretó el portavoz y vicepresidente de Junts, Josep Rius, tras la ejecutiva semanal del partido.
A pesar de que el pacto con las centrales sindicales da como resultado una empresa mixta para Cercanías en Cataluña que no es la que contemplaba el convenio entre socialistas y republicanos, el PSC y ERC trataron de mantener su compromiso íntegro con el traspaso competencial. Esquera ha aceptado que la empresa mixta dependa de momento de la estructura del grupo Renfe durante dos años, pero lanzó una amenaza a los socialistas.
Lo hizo su presidente, Oriol Junqueras, que dijo que está de acuerdo con la «fórmula» pactada con los sindicatos para «garantizar los derechos laborales» de los trabajadores de Renfe. UGT en Cataluña lleva años muy próximo a ERC y el trasvase de dirigentes entre ambas organizaciones es continuo. Esquerra no podía enfrentarse a los sindicatos, pero advirtió a los socialistas. Si no cumplen y la empresa que gestione Rodalies no es de matriz catalana, el Gobierno no tendrá Cuentas. «No ha habido nuevos Presupuestos en 2025 y, si no cumplen, tampoco los habrá en 2026», avisó el líder republicano en TV3.
Junts, mientras, ha situado a un economista afín en el consejo de administración de Renfe. Eduard Gràcia se incorporará al consejo de la operadora ferroviaria para ampliar la nómina de perfiles próximos al nacionalismo que están ocupando cargos en empresas de sectores estratégicos del Estado. Es profesor de Economía Internacional en la Universidad de Barcelona, con vinculación a la ANC. Se une a recientes anuncios de exdirigentes de Junts que se han integrado en instituciones o empresas estatales como RTVE, la CNMC, Aena o Enagás.
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