![Vía libre al Consell para seguir dando subvenciones a entidades catalanistas](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/201911/27/media/cortadas/Catalinimso-RHT6NRdijRbxfuDj5ISJCyN-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
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El tripartito votó ayer en contra de una Proposición No de Ley (PNL) presentada por el PP para instar al Consell a no dar subvenciones a entidades que en la Comunitat promuevan iniciativas de apoyo al nacionalismo independentista catalán. El debate fue áspero porque desde el bloque de la derecha (PP, Ciudadanos y Vox) se acusó al Botánico de «traición» y se consideró que los partidos que apoyan al Consell siguen la hoja de ruta del independentismo. De forma paralela, además, se produjo un enfrentamiento entre las formaciones de la oposición, con un cruce de reproches de calibre grueso entre PP, Ciudadanos y Vox. La caja de Pandora identitaria se abrió y entre la oposición ya no se distinguía entre el fuego (y el rival) amigo y el enemigo.
Desde Cs se recordó concesiones al nacionalismo en materia educativa y lingüística, mientras que los populares afearon a la formación naranja su apoyo a la revocación de la ley de señas de identidad que aprobó el PP cuando estaba en el Consell y que fue la primera normativa que derogó el Botánico. Por parte de Vox se acusó a los populares de ser «culpables de la extensión de este virus», por «permitir que se envenenen las mentes de nuestros niños» en la escuela pública, lo que fue rebatido por Beatriz Gascó (PP) advirtiendo que la derecha populista «da una respuesta muy simple a un problema muy complejo».
En cualquier caso, y después de un debate muy agitado, a pesar de los intentos de la izquierda de menospreciar el contenido de la PNL, el tripartito votó en bloque e hizo valer su mayoría, para la cual acudieron prácticamente todos los miembros del Consell con posibilidad de votar, los diputados.
El Botánico sabía que se trataba de una votación complicada y se aseguraron que el 95% de sus escaños estuvieran presentes en el hemiciclo valenciano. Los más de 2,3 millones de euros en ayudas procedentes de la Generalitat, la Diputación o el Ayuntamiento de Valencia para entidades como Escola Valenciana o Acció Cultural del País Valencià (ACPV) desde el arranque del Consell del Botánico en 2015 se han sumado en las últimas semanas más subvenciones por parte del Consistorio que encabeza Joan Ribó, de tal modo que las arcas públicas ya han desembolsado cerca de dos millones y medio en subvenciones.
Frente a esta tesitura, desde la izquierda se apeló a que se trata de un debate propio de la Transición y que degenera en enfrentamiento entre regiones. En esa línea se movió el síndic socialista Manolo Mata, que a pesar de que suele decantarse por reírse de los argumentos del rival antes que por mostrarse discrepante, en un momento dado estalló, cuando preguntó de qué se estaba acusando al Botánico. «De catalanista», le espetaron desde la derecha. «Catalanista lo será usted. Déjeme en paz. Ya vengo valenciano de casa. No me dé lecciones», clamó entre el fervor tripartito, que luego votó contra la resolución.
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